♠Te declaro la guerra♠ [Min YoonGi] #ColorAwards2018#DD2018

Parte IV "Secreto"

Kay salio de sus pensamientos, no dejaría por nada del mundo que "aquello" le deprimíera otra vez.

Golpeó levemente sus mejillas.

—ya cálmate, no puedes ponerte así—suspiro.

—mañana será tu primer día, y debes dar una buena impresión—se regaño a sí misma.

—Además,¡Tienes a Jimin! Distraete un poco..—comenzó a animarse.

Sin embargo, de la nada apareció la imagen de Min Yoon en su mente; una laguna se creaba en su cabeza.

Acaso...
¿se tratará realmente...de él..?

****

Los tenues rayos del sol se colaban por una rendija de la ventana, llegando a chocar con el rostro de la chica aún dormida.

Kay soltó un balbuceo que sonó más a un rugido, medio dormida al sentir el molesto resplandor del sol.

Finalmente se decidió a levantarse, pero su sobresalto fue demasiado cuando notó que,ya eran las 6:50, faltando 10 minutos para la hora de la entrada.

Con desenfreno Kay escupió un:

—¡maldición!

Y salto por encima de el sofá quedando frente a su cuarto,luego corrió hasta este y rápidamente se empezó a vestir.

—shit...voy tarde, voy tarde...—murmuro para sí.

Fue veloz al baño y se dio una ficha felina, para entonces atormentarse con otra cuestión: no arreglo sus cosas.

—Ahh Maldición ¿¡En qué diablos gasté mi tiempo anoche!? —grito entre enojo y euforia.

Sin más que hacer, agarró lo que tuvo a la mano y lo guardo en su pequeño bolso, acto seguido recogió su cabello con un gancho y salió por la puerta.

Luego de cerrar con llave,aprovechando su vestimenta algo deportiva, corrió por el pasillo hasta llegar al ascensor.

Miraba el reloj en su muñeca.

6:56

El ascensor se tardaba más de lo que ella necesitaba.

— diablos— gruñó por lo bajo.

Observó la pequeña pantalla del ascensor.

Piso 3.

No llegaría a tiempo, no si iba a esperar a que subiera.

Soltó un sonoro suspiro y reviso todo a su alrededor. Vio una puerta de escaleras y corrió rumbo a estas.

Saltándose dos escalones por pasó y colándose de un brinco los últimos tres de cada cambio de piso, quizás conseguiría hacer más tiempo.

—porque... porque, ¿¡ Porque pedí piso nueve!?— se quejó eufórica hasta que al fin llegó al primer piso.

No le importaba mucho gritar u hablar sola ya que, al fin y al cabo a esa hora no había casi personas cerca.

Apoyo las manos en sus rodillas, cabizbaja respirando sonoramente.

Se detuvo por unos segundos a retomar el aliento, sentía las gotas de sudor bajar por su espalda, su respiración agitada junto con sus heladas manos.

Pero no había tiempo para descansar, no si quería llegar a tiempo.

Corrió hasta la entrada y con suerte pararía un taxi al primer intento.