♠Te declaro la guerra♠ [Min YoonGi] #ColorAwards2018#DD2018

Parte IV "Perdido".

Incesante, repetitivo y molesto. El teléfono de YoonGi no dejaba de sonar. Notificación tras notificación el chico esperaba con ansias a que el pitido se detuviera y así poder volver a su amado sueño.

Una vez más, las cosas no salían a su parecer, y por más que lo intentará no podría evitar ser perturbado por ese irritante sonido.

Resignado tomo el aparato entre sus dedos estirando su brazo con mucha pereza. Palpó el calor iónico con sus fríos dedos y lo llevo hacia donde sus ojos pudieran ver la pantalla.

Encendió la pantalla, encontrandose con una sorpresa.

Bandeja de entrada

(Kim) +10 mensajes.

(Jisoo) 1 mensaje.

(Desconocido) +4 mensajes.
...

Su dedo fue directo hacia "Kim" y de inmediato se topó con un número de mensajes que se inmediato le hizo sentirse fatigado.

YoonGi ¿Estas despierto?—

Oye—

¿Grinch?—

¡YoonGi! Espero y no te hayas suicidado...—

Recuerda que me debes ayudar para el examen de historia—

Viejo responde 7-7 —

Contesta idiota 😤—

No parare hasta que contestes—

Sé que estás despierto, y no, no te voy a dejar dormir—

Te conozco bien Suga de esta no te escapas—

...—

...—

...—

¡¡YoonGi!!😤—

Ábreme que hace frío 😣—

El albino bostezo irritado, claro fue su culpa por olvidar su compromiso con Nam Joon, no debio acostarse tan tarde lavando su ropa y la de su madre, tal vez debió buscar un mejor momento para ayudar con las labores de la casa, quizás incluso pudo haber aplazado la visita al doctor de su madre y así dormir aunque fuera un poco, ampliar las escasas horas de sueño que tuvo en esa  semana... pasado es pasado, y ahora con aquel par de sombras bajo sus ojos se ponía en pié a paso tambaleante y ando hasta la entrada en donde suponía que su amigo estaba.

YoonGi acarició el pomo de la puerta con sus largos dedos sintiendo aquel frío metálico que brillaba gracias a los tener rayos de sol; sí, era temprano.

Nam Joon tenía un sentido de la responsabilidad muy impregnado a su personalidad, lo que resultaba perjudicial para las acostumbrada siestas matutinas del albino.

—( debería aprender a relajarse un poco )— se quejó en sus adentros de manera superflua; sea como sea no importaba, Nam Joon era así y ni siquiera esos casi 7 años en USA le harían perder la famosa "puntualidad asiática".