Sálvame. || Laliter

Primer día de escuela.

En Buenos Aires, Argentina.

Ahí estaba Marianella. Sentada en el coche de su madrina, Cielo, quien estaba a cargo de ella y de su hermana Estefanía desde la muerte de sus padres, estaba deseando no tener que estar ahi, en lo único que pensaba era que en unos minutos iba a llegar a su gran infierno, la escuela, pensaba en que respuestas iba a darle a sus mejores amigas amigas cuando le preguntaran porque se alejó.

-¿Enserio me vas a hacer ir?- Preguntó Marianella rompiendo un silencio muy incómodo.

-Tienes que salir un poco de casa, pasar tiempo con tu hermana, tus amigas y tu novio, sabes de lo que hablo Marianella.- Respondió Cielo.

Cielo era la mejor amiga de la madre de Marianella, era rubia de ojos verdes y tenía un corazón enorme.
Por otro lado estaba Estefanía, la hermana de Marianella, tenía el cabello castaño oscuro, ojos café oscuro, y era muy delgada, ella y Marianella se peleaban todo el tiempo, pero en el fondo se amaban.

-No tengo novio.- Respondió Marianella.

-¿No? ¿Y Ramiro?- Preguntó Estefanía desde la parte trasera del coche.

Ramiro era el ex novio de Marianella, le decían "Rama" era el chico más popular de la escuela, Rubio y de ojos celestes, sabía tocar la guitarra y también cantar, era un romántico, sus mejores amigos eran Ignacio "Nachito" y Juan "tacho". Nacho era rubio de ojos cafés, era caheton, tenía un ego muy alto pero era buen amigo, le encantaba ir de fiesta, era millonario y no servía para una relación. Tacho era rubio, con rulos y ojos claros, tenía músculos y le encantaba el deporte, también era un muy buen amigo y estaba completamente enamorado de Jazmín, aunque no lo reconocía ya que era muy tímido.

-Tu callate.- Le Respondió Marianella a su hermana de un año menor.

-Te pregunto porque desde hace seis meses no le hablas.-

-Eso no es de tu incumbencia, pero... si te hace sentir mejor saberlo, desde antes del accidente estaba pensando en terminar con él, me refiero a que... no es que no lo quiera, pero él tenía todo nuestro futuro planeado y yo ni siquiera sabía que iba a hacer al día siguiente.-

Estefanía no llego a escuchar lo que su hermana decía, ya que se detuvo a mirar por la ventana del coche, estaban en la escuela. Habían llegado al infierno de Marianella.
Bajaron del coche, Estefanía se despidió de Cielo y salió corriendo a donde estaban sus amigas, las "chicas pesadas" así las llamaban, Estefanía se unió a ese grupo desde la muerte de sus padres, su manera de desahogarse era tratando de ser una de esas chicas que se visten de negro, fuman yerba y tratan mal a los demás, aunque en el fondo era una persona buena.

Por otra parte Marianella ni siquiera se despidió de Cielo, ya que salió lo más rápido que pudo a esconderse y así evitar a sus mejores amigas y a Rama. Fue al baño.
En su camino al baño Marianella oyó a una voz conocida que la llamaba desde el final del pasillo:

-Veniste.- Dijo una de sus mejores amigas, Jazmín.

Jazmín era una chica rubia y de ojos celestes, era de sangre gitana, y así le decían, la gitana. Bailaba flamenco mejor que nadie. Jaz conocía a Marianella desde chicas, ya que sus padres eran muy amigos.

-Mm... si... yo... me tengo que ir.- Respondió Marianella muy confundida y salió corriendo al baño.

Mientras Marianella corría no se fijó a quién pasaba por encima, de pronto se pegó contra alguien y cayó pero antes de estrellarse contra el suelo, la persona con la que se estrelló la atajó. Era la persona más hermosa que sus ojos habían visto. Un chico alto, en realidad de estatura normal, Marianella lo veía tan alto porque ella era muy pequeña de estatura. Él tenía pelo castaño y ojos verdes, era realmente muy apuesto.
Después de estar unos minutos en los brazos de ese chico, uno de ellos rompió el silencio:

-¿Estas bien?- Preguntó él.

--Si gracias por atajarme, y perdón por haberme estrellado junto a ti.- Dijo muy nerviosa.

-No te disculpes, perdóname tu a mí.-

-Un gusto soy Marianella.- Dijo ella muy confiada.

-El gusto es mío, soy Simón.-