Thiago Bedoya Agüero.

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-¿Qué haces aquí Thiago?- preguntó Simón.

Thiago era el hermano de Simón, era dos años mayor que Simón. Físicamente tenía el cabello castaño, ojos café y su cara tenía demasiados lunares. Era alto y musculoso. Con respecto a su personalidad, el era la oveja negra de los dos hermanos, era egoísta, sarcástico, malo, y resentido.  Pero Thiago no siempre había sido así.

-¿No te da gusto verme hermanito?- Dijo Thiago con una sonrisa falsa.

-Respondeme lo que te pregunte. - Dijo Simón muy enojado.

-Tranquilo... sólo vine a ver que estaba haciendo mi hermanito. - Respondió Thiago burlándose.

Cruzaron miradas de rabia.

Dos semanas después:
Era un lunes y Marianella había llegado a la escuela, se preguntaba porque Simón no habia ido a la escuela estas últimas semanas y si ella había hecho algo mal en el baile. De pronto no se dio cuenta que detrás de ella venían Jazmín,  Caridad y Melody.

-Ahora si no te nos vas a escapar.- Dijo Melody arrinconandola para que no se escapara.

-Tenemos que hablar.- Dijo Jazmín.

Más tarde en la casa de Marianella:

-No queremos que sientas que estamos enojadas contigo.- Dijo Caridad.

-¿No lo están?.- Preguntó  Marianella.

-Claro que no, se murieron tus padres, es lógico que no querías ver a nadie.- Respondió Jazmín.

-Gracias por estar siempre para mi, les juro que son las mejores amigas del mundo.- Respondió Marianella.

-¡Ay! Las amo, extrañaba esto.- Gritó Melody. Y acto seguido todas se abrazaron.

-Bueno ya está,  ahora cuentanos ¿qué pasa entre tu y el chico nuevo?- Preguntó Jaz.

-¿Entre Simón y yo? No pasa nada.- Respondió Marianella.

-No mientas, te estas rascando la nariz.-

-¿Y eso qué tiene que ver?.-

-Que sólo lo haces cuando estás nerviosa o estas mintiendo.- Dijo Jaz.

-Okey, nos besamos después del baile de bienvenida.- Respondió Marianella mientras se le dibujaba una sonrisa en el rostro.

-¡AYYY! ¿ENSERIO? ¡Que lindos!.- Dijo Cari.
 
-Si pero después faltó estas dos semanas a la escuela y no me ha llamado.- Dijo Marianella cuando se le borro la sonrisa del rostro.

-Tienes que ir a su casa, mira si le pasó algo, tienes que ir y preguntarle porque te evita.- Dijo  Mel.

-¿Enserio creen que deba ir?-Preguntó Marianella.

-¡Si!- Dijeron todas al mismo tiempo.

Una hora después, en la noche:
Marianella le pidió el coche a Cielo y se fue directo a la casa de Simón. Al llegar ahí,  dudo en tocar la puerta, pero tocó.

Del otro lado de la puerta:

-Ya se lo que estas tratando de hacer hermano.- Dijo Thiago.

-¿Ah si? ¿Qué? - Preguntó Simón

-Estas quedándote todos los días encerrado en esta casa para que yo no descubra que estas haciendo aquí desde hace semanas y así no te lo pueda arruinar, como lo hago hace  dos siglos porque juré que te haría la vida imposible.- Respondió Thiago.

-Tranquilo Thiago, que no te tengo tanto miedo. No todo gira al rededor de ti.- Respondió Simón.

-¿Estás seguro hermanito?.- Le preguntó Thiago a Simón,  cuando de pronto alguien tocó a la puerta. Thiago abrió la puerta y se quedó atónito cuando vio a Marianella.
Segundos después:

-Hola, soy Marianella, ¿está Simón?- Dijo ella muy sonriente.

-Un gusto Marianella, soy Thiago Bedoya Agüero,  el hermano mayor de Simón.- Dijo Thiago con una sonrisa conquistadora.

-Un gusto.-

-¿Quieres pasar hermosa?.- Preguntó Thiago intentando impresionarla.

-Si gracias.- Respondió Marianella riéndose por lo divertido que le parecía Thiago.

-¿Qué haces aquí?- Interrumpió Simón.

-¿Molesto? - Preguntó Marianella.

-Para nada, sólo que no esperaba que vinieras.-

-Si... vine porque quería saber porque no vas a la escuela y no me has marcado...- Respondió Marianella.

-Entiendo... me aleje porque llegó mi hermano y quería pasar tiempo con él. -Mintió Simón.

-Ah bueno, pero yo no hice nada malo, ¿verdad?- Preguntó ella.

-No claro que no.- Dijo él.

-Bueno me voy, ve mañana a la escuela, nos vemos en el almuerzo.- Respondió Marianella dándole un beso en la mejilla.-Adiós Thiago.- También le dió a Thiago un beso en la mejilla y se fue.

En el camino hacia el coche, estaba muy oscuro y Marianella podía sentir como alguien la seguía, se dio la vuelta y se fijó si allí había alguien pero no pudo ver nada por la oscuridad. Al darse la vuelta para seguir yendo hacia donde estaba el coche , alguien se apareció de la nada en frente de ella.

-Thiago, ¿eres tú? ¿de dónde has salido?.- Preguntó Marianella algo asustada.

-Eres idéntica a ella.- Dijo Thiago mirándola hipnotizado.

-¿Qué? ¿A quién soy idéntica?.-

-A nadie, vas a olvidar esta conversación, adiós.-  Respondió Thiago hipnotizando de alguna manera a Marianella y se fue a una velocidad inexplicable. Segundos después,  Marianella se fue hacia el coche sin recordar que había pasado.

Sálvame. || LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora