El chico nuevo.

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Simón. Así se llamaba. Marianella sentía que nunca en su vida se iba a olvidar de ese nombre. Y tenía razón, nunca se lo olvidaría.

Estaban hablando cuando sonó el timbre de entrada a clases.

-Bueno tengo que ir a clases, si necesitas ayuda con algo dime.- Dijo ella muy decidida.

-Si muchas gracias, adiós.-  Respondió él.

Cuando Marianella entró a su salón no pudo evitar notar que todo el mundo la miraba, muy incómoda se sentó y espero a que el profesor llegara. Después de sentarse noto que unas chicas habían entrado al salón,  eran sus mejores amigas, Jaz, Melody y Caridad.

Caridad era una chica muy humilde, se crió en  el campo y hablaba como gaucha por eso sus amigas la llamaban "paisa", su comida favorita era la torta frita y por alguna razón cada vez que se acercaba a un micrófono su voz cambiaba a la de una locutora, tenía un hermoso pelo castaño, con el cual le encantaba hacerse trenzas y ojos azules, también le ponía volados a absolutamente toda su ropa. Era una amiga muy fiel.
Melody era una chica muy chic, le encantaba la moda, sus piernas parecían de modelo y a veces llegaba a parecer hueca, era alta y por eso sus amigas la llamaban "jirafa", rubia y tenía unos hermosos ojos café. Tenía un trauma con tener todo organizado, toda su vida estaba muy organizada, pero igual así era muy buena persona.

Marianella en cuanto las vió corrió su vista a su diario, en donde escribía absolutamente todo lo que le pasaba y lo que sentía. Cinco minutos después entró el malhumorado profesor Vorg y dijo:

-Tengo dos cosas que decir. La primera es que hoy se reintegra nuestra compañera Marianella. Hola Marianella es un gusto tenerte de nuevo, lamento mucho lo de tus padres.-

-Muchas gracias profesor.- Respondió ella.

-No hay de que. Bueno chicos, la segunda cosa  es que hoy entra a la escuela un compañero nuevo, adelante.- Luego de que el profesor Vorg dijera eso, entró el nuevo chico a la clase.- El es Simón Bedoya Agüero.- Dijo el profesor.
 
Simón saludó y observó a toda la clase, hasta que se detuvo en una cara muy familiar, era Marianella. Cruzaron miradas e intercambiaron sonrisas, hasta que el profesor los interrumpió:

-Muy bien Simón,  puedes ir a sentarte.-

Simón se sentó al lado de Marianella.
Después de que terminó la primera clase Simón se acercó a Marianella.

-Hola, soy yo otra vez.- Dijo Simón.

-Hola.- Dijo Marianella algo nerviosa.

-Mm... una chica que dice ser la organizadora de los eventos de la escuela, Melody creo que se llama, me dijo que hoy hacen un baile de bienvenida, y... me preguntaba si... ¿quisieras venir conmigo?- Preguntó Simón.

-Mm, bueno, porque no. Pasa por mi, te paso la dirección por mensaje.- Respondió
 
-Perfecto.- Dijo Simón con una hermosa sonrisa. Intercambiaron teléfonos y se despidieron.

Después de la escuela, estaba Marianella en su cuarto, escribiendo en su diario:

"Querido diario:

Se llama Simón, es muy lindo y amable, aunque es un poco misterioso. Tiene unos hermosos ojos verdes que cada vez que los veo, me pierdo en ellos.
Mi día no fue tan malo, por un lado fue lindo conocerlo, también me invitó al baile de hoy a la noche, pero por otro lado fue incómodo cruzarme con mis mejores amigas, no se como pedir perdón por haberme alejado, temo que no quieran perdonarme."

Sálvame. || LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora