Duele cuando respiro

No eres el único

El viejo maestro al escuchar mis palabras solo pudo mostrar una expresión de complacido, como si le hubiera entregado un valioso tesoro, decidí desechar cualquier intento de análisis no solo por estar cansado de investigar las acciones de cada persona que conozco sino porque si voy a dar inicio a algo nuevo entonces beneficiare a mi mente con un merecido descanso, con paso lento fui guiado hasta el monasterio donde solo habían como máximo 9 personas, era recóndito y bien escondido tanto por la vegetación como por la estructura misma de las pocas construcciones al no ser ostentosas, considerando los constantes conflictos en la India aquello era una ventaja que en mi actual necesidad también podía usar. Supuse que la primera acción a llevar por los monjes seria raparme la cabeza y deshacerme de mi armadura y erre de manera terrible, ellos prepararon una habitación sencilla con lo básico, un armario para la ropa junto con un armario abierto sin estantes para colocar allí mi armadura, trajeron la cena a la habitación que consistió en un plato de arroz y verduras de diversos colores, unos fideos con tomates recortados en cuadrados y unas frutillas con banana, esto último me sorprende puesto que no imagine un postre, el monje solo sonrió y con una mano se tocó el vientre, ahí comprendí que la alimentación la tendría un poco privilegiada por mi estado. Al caer la noche preferí quedarme en la habitación pensando en la nada hasta dormir profundamente, quizás haya sido un poco descortés al no decir buenas noches a quienes me han recibido sin embargo el cansancio tanto físico como mental cobro factura. Solo desperté ante el canto de los pájaros en los árboles abundantes cercanos a la ventana, escuche ruidos afuera y me prepare usando la ropa tradicional que halle en una de las gavetas.

Un saludo de parte de todos fue suficiente, el maestro Jin indica que caminaremos a un lugar llamado como "La cueva de las luces" sin más preámbulo camino firme detrás de ellos, en el pasado las personas solo tuvieron que seguirme no por ser el líder sino por ser el más temerario ¿Qué dice eso de mí? Lo poco que el peligro me asustaba, ¿Qué dice eso de las personas detrás mío? Cobardes? Temerosos? Mejor dejo de razonarlo porque mientras más lo analizo siento el rencor aumentar, suelto un suspiro profundo. Al llegar veo unas grutas subterráneas con circulación de agua cristalina tanto por las paredes formando pequeñas cascadas como por el suelo formando pequeños cauces, en el centro la iluminación es extraordinaria que debería estar en una postal o cuadro en el museo del Louvre, el viento que sopla dentro es fresco y puro de inmediato me siento algo cohibido, el Maestro Jin toma asiento en un leve montículo siendo seguido por el resto que me indican que me siente en el medio. Iban a iniciarme.

-"No estás aquí para transformarte en una nueva persona, estas aquí para poder curar lo que eres y mejorar, lo harás a consciencia de ver lo que queda de ti, lo bueno y lo malo, lo excelente y lo terrible. Muchas esperan un nuevo inicio con una nueva identidad cuando el verdadero inicio es reconocerte"-menciona tranquilo uno de ellos

-"Guardas vida en tu interior pero sientes que has perdido la tuya, anhelas protegerla cuando te sientes desprotegido, has ganado guerras pero no has salido victorioso. Has luchado contra poderosos adversarios, pero te das cuenta que no eres un guerrero"-argumenta otro

-"El pasado solo servirá para que lo veas pocas veces, hubo entonces un motivo que te impulso a caminar, hoy no la tienes porque necesitas volar"-

Con la calma en sus voces y la verdad en cada una de sus palabras siento que años y años de colocar barreras para evitar descubran quien soy se han desmoronado en un instante, ellos me ven y no hallo repulsión en sus ojos al hacerlo. Estas primeras lecciones ya han dado en el clavo...

El maestro Jin se levanta y me guía hasta una de las cascadas más alejadas.

Maestro Jin- Tony notaste que falta algo en tu habitación? -esa pregunta lo hace con algo de picardía infantil