Profecías

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Aka recibió la llamada de Friday del retorno de los señores Stark a la mansión, con los niños en el jardín delantero espera paciente con la mirada en el cielo, no solo le preocupa el estado de su amigo Tony sino también la posible reacción que pueda llegar a tener al leer la traducción completa.

Aidan corre con los niños intentando atraparlos en medio de risas, hasta que capturando a Terry y subiéndolo en sus hombros. 

Terry- Aidan que bueno que volviste, mamá no dejaba de preocuparse-  una sonrisa en el mayor al escuchar esas palabras se hace presente-  papá escondió donas en la hielera de la biblioteca, son de chocolate!!  -invitándolo a hacer una travesura entre hermanos, el ojiplata acepta.

El pelinegro ve a Sarah correr entre medio de arbustos, tomando impulso de dos saltos logra alcanzar la rama con mayor proximidad al suelo, una vez posada con seguridad empieza a subir a la copa del árbol hasta casi llegar a la copa, se sienta en una de las ramas y admira la mansión, tratando de memorizar cada color y forma con el fin de hacer un dibujo después, iba a continuar subiendo cuando oye la voz de su hermano mayor.

Aidan- No escales demasiado alto, reserva energía para el entrenamiento de hoy

Sarah- Esta bien-  obedece empezando a bajar, ubicando cada pie con seguridad hasta que dando un gran salto aterriza como si fuera una pluma cerca de la fuente de agua en donde se hallan los rosales-  las flores de mamá florecerán en poco tiempo

Aidan mira los capullos de rosas blancas y un recuerdo se le viene a la cabeza, cuando tuvo la fortuna de conocer a sus padres y casi se sumerge en sus memorias pero mantiene el enfoque en el presente.

La rubia no pudo ocultar su preocupación de la vista plateada y la percepción privilegiada del joven pelinegro, por el momento Aidan no mencionaría ni preguntaría nada, si es un asunto serio en el que su padre le necesite lo sabrá tarde o temprano.

Terry se pone de pie sobre los hombros de Aidan y baja al suelo dando una voltereta hacia atrás cayendo con la gracia de un gimnasta olímpico, corriendo para reunirse con su hermana.

La presencia de Fedor se les une, los tres se dan cuenta, esta maravillosa tranquilidad solo es el preludio de un desastre.

Fedor- Su entrenamiento en la tarde lo atrasaré una hora  - en consideración a la reunión familiar 

Aka-No, no será necesario  -ambos varones la miran atentos anhelando una explicación razonable-  Debo conversar seriamente con Stella y Tony 

No formulan más palabras, permiten a los minutos pasar hasta el retorno de los mencionados, cuando sus ojos por fin perciben a la pareja se dibujan en sus rostros verdadera dicha, la armonía es sincera, comparten de manera genuina la dicha de estar juntos de nuevo tratando de ignorar el aviso que dan sus sextos sentidos. 

Los flamantes padres por un momento les obsequian a sus tesoros unos minutos llenos de sonrisas, besos y abrazos, siempre será prioridad la calidad de tiempo con ellos. Aprovechando el entusiasmo de los menores con su hermano mayor, los adultos pasan hacia la sala con tal de conversar.

Allí Fedor informa el plan diseñado para el entrenamiento de Terry y Sarah de acuerdo al análisis de sus capacidades, los menores tienen una excelente  condición física y conocimientos elevados de defensa personal y estrategia, al igual que dominio de armas convencionales,  Emelianenko no empezará de cero con ellos, su trabajo será elevar la dificultad, con total seriedad explica a detalle como será su trabajo y por cuantas horas. 

Ante la presencia de la ojiverde y respetando no tomar demasiado tiempo se retira, los tres caminan hasta el laboratorio donde, los señores Stark se percatan de la chispa particular disminuida de la rubia y eso solo augura un tema serio, al cerrarse las puertas Smith muestra en el centro de la mesa la traducción completa en varias hojas.

Duele cuando respiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora