My little flower 《Jimin y tú》

Semanal 12

Domingo por la tarde,sigo sola en mi casa y nadie da señales de vida. Dana había ido a la playa con sus padres.

Mi madre estaba muy atareada y el caso que tenía era muy importante,así que no quería molestarla con tonterias.

El aburrimiento mata a mas de uno,así que opto por ponerme a ordenar la casa. Ya lo estaba de por sí,pero con tal de no estar parada lo que fuera.

Pongo la música a todo volumen y empiezo a cantar a pulmón. Mi canción favorita,"Serendipity" resuena por todo el salón.

[...]

Me recojo el pelo en una coleta empezando ya a transpirar. Cuando ya han pasado más de media hora,suena otra lista de reproducción,saltando automáticamente "Growl".

Dejo las cosas en su sitio recogidas y tocan a la puerta.
Abro lo más enérgica posible y Jimin está ahí estático y a la vez sonriente con una caja de pizza en la mano.

Me sonríe de oreja a oreja y me tiende la cajetilla.

-Pensé que te apetecería-le dejo pasar--Limpieza general¿Me equivoco?

Asiento avergonzada por mis pintas.

-Si quieres espero a que te duches- le miro esperanzada-

-No tardo nada-le doy un tierno beso en la mejilla y subo a todo gas. Cojo mi ropa interior y un vestido holgado blanco.

Para ser casi invierno,hay dias en los que hace bastante calor,y hoy no era una excepción.

Me meto en el plato de ducha y abro el grifo empapando cada poro de mi pálida piel. Me envuelvo en la toalla y salgo para vestirme luego.

Bajo al salón y el me espera sentado en el sofá leyendo el móvil.

-Ya estoy aquí rey-le acaricio la cabeza hundiendo mis dedos en su oscuro y rebelde pelo.

-Qué rápido-sonríe sarcásticamente-

-Ja ja...-me siento en el suelo y me apoyo en su pierna,tomando de la mesita un vaso con agua.

-¿Qué te apetece hacer hoy?-pregunta devorando un trozo repleto de queso.

-No se,lo que tu quieras-restriego mimosa mi cabeza por su marcada rodilla.

-Si quieres,podemos ir a la playa a ver el anochecer en mi coche...

Le miro emocionada,el Park Jimin romántico salía a escena.

-¡Claro!,total,no tengo hora de llegada-me río con mi broma-

Cuando terminamos de almorzar,optamos por echarnos una siesta,y digo optamos por que el primero en caer redonde fué Jimin. Yo solo cerraba y abría los ojos somnolienta mientras pasaba de canal en canal.

Ya cuando un mensaje en mi movil nos espabiló a ambos,salimos y nos montamos en su coche.

El paisaje de otoño era verdaderamente hermoso. Las frías calles iluminadas por las farolas era una cosa que me apasionaba desde pequeña.

El invierno era mi estacion favorita,pero la más triste. Siempre la solía pasar con mis tios,pero ambos murieron,y mis abuelas hacía tiempo que dejaron de estar entre nosotras.

Ya solo me quedaba Dana y sus padres.

Apoyo mi cabeza en el cristal pensativamente.

-Ya casi llegamos-acaricia mi muslo-

Aparca el coche en un pequeño mirador y ambos salimos. Nos apoyanos en el caliente capó del coche y me acurruco en Jimin intentando regular mi temperatura corporal.

Poco a poco se iba poniendo el sol,hasta tal punto en el que el cielo se veia como un auténtico arcoiris,volviendose rojo,naranja,y por último negro.

Intercalo mi mano con la suya y apoyo mi cabeza en su hombro.

-Te quiero-susurra en mi oído izquierdo-

-Yo más-le miro agradecida y suplicante.

El ya sabía lo que yo le pedía. Tomó mi mentón y torciendo un poco su cabeza,ambos nos unimos en un beso,nuestras lenguas hablaban por sí solas,danzando lujuriosas,atrayendose la una a la otra.

Nos separamos por falta de aire lentamente y ya nos empezaba a caer el relente de la noche encima.

-Es mejor que entremos-dijo incorporándome-con esta humedad podemos caer malos-

Entramos en el coche y enciende el motor.

-Si quieres,puedes quedarte hoy en mi casa y así vamos juntos a clase-propone saliendo del pequeño mirador.

-Claro,¿por qué no?-sonrío acomodándome entre la ventana y el respaldo.

Miro fíjamente cada facción suya. Nunca me cansaré de decir que es simplemente perfecto,sus gruesos y rosados labios,esos ojos que cada vez que sonreía se escondía tímidamente. Y como no,su aterciopelado pelo azabache y que nuestras bocas encajaban perfectamente la una con la otra...