"El comienzo de la indecisión"

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Era una noche fría y oscura. Todos se encontraban durmiendo tranquilamente en sus camas. Todos, excepto una persona. Una chica de cabellos oscuros y ojos brillantes, había despertado de golpe debido a un extraño sueño.

"-Nuevamente hemos logrado salvar el día, mi querido gatito.
-Creo que merezco una recompensa, por tan valiente azaña, my lady.

En ese momento, como era de esperarse, Chat Noir se acercó a Ladybug con la intención de besarla, pero la actitud de ambos no era la de costumbre. Por un lado, Chat Noir estaba siendo coqueto, pero mucho más atrevido que de costumbre, puesto que tomó a su chica por la cintura para acercarla a él y aunque, lo normal sería que Ladybug lo empujará en un rechazo instantáneo, aquello no sucedió. Sus brazos, fueron directamente alrededor del cuello de aquel chico rubio. Sus respiraciones eran agitadas y sus mejillas estaban rojas. Cerraron sus ojos y sellaron aquella escena con un dulce beso."

-¡Aaaaah! ¿Por qué tuve que soñar eso? ¡Se sintió tan real! -Decía la dulce Marinette, mientras se daba golpes contra su almohada, imaginando que a esa hora nadie la estaría oyendo.

-¿So...ñar? -Respondió la pequeña Tikki, que fue despertada por aquellos gritos de desesperación.

-Eh... -Nunca imaginaría que despertaría a alguien.- N-No es nada, solo una pesadilla.- El nerviosismo en la chica era evidente, pero verla así, no era nada nuevo.

-Está bien. -Sentenció Tikki para volver a quedarse dormida.

. . .

La alarma de Marinette sonó sin parar, pero nadie respondió a aquellos sonidos, puesto que gracias al haber despertado durante la noche, tanto Tikki, como su acompañante, se encontraban muy cansadas como para despertar.

No fue hasta 5 minutos antes de que iniciarán las clases, que Marinette despertó, por lo que tuvo que correr e ir a clases sin siquiera haber desayunado.

-Llegas tarde, como siempre.- Le dijo una voz muy conocida y amigable.

-Lo siento, me quedé dormida. -Le respondió con una sonrisa a su vieja amiga, para luego sentarse a su lado y esperar a que la clase diera inicio.

Fue una jornada de clases, al menos para la mayoría, sin embargo, Marinette todavía no podía dejar de pensar en aquel realista sueño y no notó ni siquiera, que su amado Adrien, se había despedido de ella con una sonrisa y un gesto con su mano.

-¿Qué rayos te pasa? Adrien se despidió y no te pusiste como una idiota. -Era lógico que su amiga notaría de inmediato que se comportaba de manera extraña.

-¿Mi Adrien qué...? -Se levantó de golpe de aquella silla, para mirar a todos lados en búsqueda de su amado, pero ya era muy tarde, el chico se había marchado a sus clases de esgrima.

-¿Qué sucede contigo?

-Tuve pesadillas ayer y no he podido dejar de pensar en ello.

-¿Tan malo fue?

-Ni te imaginas.

-¡Tierra a Marinette! Eso solo fue un sueño, no tienes porqué pensarlo tanto.

-Tienes razón, creo que le estoy dando muchas vueltas al asunto.

Tras la pequeña conversación con su amiga, Marinette recuperó su sonrisa y sus ánimos. Quería creer que aquello solo fue un sueño y nunca pasaría en la vida real. Además, ella ya tenía a alguien en su corazón, un chico rubio de ojos verdes, que con solo una mirada o una sonrisa, la podía enloquecer al punto de que le costará hablar o no pudiera pensar con claridad. En otras palabras, al verlo, la chica se comportaba como una idiota enamorada.

"Nuestro verdadero yo" [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora