Cambios Progresivos (Gay-No Gay)

Capítulo 3

•Perspectiva de Elizabeth•

Sentí como me llevaban de aquí para allá, supongo que estoy en las cintas de equipaje, espero que no me pierdan, me está dando pánico, en estos momentos siento como me toman y luego me lanzan bruscamente dentro de un maletero o eso es lo que espero, fue difícil soportar quedarme en silencio ante tal brusquedad, intenté salir de la maleta lo cual me costó mucho pero luego de un par de minutos pude salir, estaba preparada para darle una gran sorpresa a mis amigas y amigo.

•Perspectiva de Celeste•

Saliendo del aeropuerto fuimos en busca de un taxi.

-Oye y cómo vamos a saber cuáles son los taxis -dije en un tono de confusión.

-No creo que sean tan distintos a los de Chile -expresó Erick.

-Bien ese caballero de ahí parece ofrecer ese servicio -pronuncié segura.

Erick se fue alejando a hablar con un señor el cual estaba apoyado en un auto.

-Chama ya estamos dadas, este señor es taxista y nos llevará a nuestro departamento -expresó ansioso Erick.

-Ufff, al fin, ¿Y dónde está el edificio en el que nos quedaremos? (Creo que debí haber investigado un poco sobre esta beca antes de venir sin más) -pregunté muy confusa.

-No mamen, creo que cerca de la Torre de Collserola, el edificio que está a la derecha, el piso N° 56 -dijo Erick leyendo el folleto que tenía en sus manos desde hace un rato.

-Bien, es hora de irnos, maldita sea esta maleta pesa un chingo, no mamen -se quejó Erick.

-Pero quizás qué estupidez echaste en esa maleta -dije molesta.

-Solo las Convers amarillas que compré antes de venir, las estrenaré aquí en Barcelona como ya te dije -expliqué.

-¿Y por qué no revisaste la maleta? -pregunté confundida.

-Sabes que esto ha sido muy rápido, no hay tiempo de revisar nada, esto me pasa por ordenar todo a última hora gg.

Los tres nos subimos al taxi luego de que pusiéramos nuestro equipaje en el maletero del automóvil, Erick lanzó bruscamente la maleta de repuesto.

-Rayos, nunca más llevó a ningún lado otra maleta más grande, pude haber comprado otra aquí -se lamentó Erick.

Erick se fue adelante, Samantha y yo nos sentamos atrás. Estaba hundida en mis pensamientos, siempre he querido estar en este hermoso país y ahora que estoy aquí realmente no lo puedo creer, estaba decidida a disfrutar esta etapa de mi vida al máximo. De repente Samantha me samorreó sacándome así de mis positivos pensamientos.

-¡Ponme atención!

-¡¿Qué quieres?! -respondí molesta.

-¿Escuchaste los ruidos que hay en el maletero?

-De seguro suena así por el movimiento del automóvil así que no hay de qué preocuparse -tranquilisé a Samantha.

-Bien, te haré caso -dijo en un tono preocupado-

-Aterrizamos en su puerto espacial -dijo el taxista humorísticamente-