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Todos los días Oh Sehun despierta de la única manera que conoce: solo.
Víctima de un abuso y con su madre en la cárcel, fue forzado en el s...
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CAN'T LOOK AWAY
CAPÍTULO VI
I keep looking at you
And it feels right
No ha visto a Sehun en seis días y por 149 horas, le preocupa.
Baekhyun estaba acostado en su cama, mirando como las sombras de los árboles subían a lo largo de su techo, pensando. Era tarde, las dos de la madrugada para ser exacto. Faltaban diecinueve horas para que él séptimo día sin saber nada de él se cumpliera.
Tras despedirse, había esperado hasta el anochecer para enviarle un mensaje, preguntando cómo se encontraba. Pero nunca recibió una respuesta.
Luego, al día siguiente, intentó de nuevo. Y de nuevo. Y de nuevo...
Al quinto día, pensó que tal vez su vecino le había un número falso y que, probablemente, Baekhyun había estado haciendo el tonto, desgastando sus huellas dactilares en vano.
Baek suspiró.
Sí, puede que Sehun no haya sido la persona más agradable del mundo durante sus dos interacciones; pero, al menos, cada una de sus acciones parecían sinceras. Y eso, eso era más de lo que la mayoría de las personas solían ofrecerle la mayor parte del tiempo. Nunca era orgánico, real, sin filtro. Todos siempre buscaban darle la mejor impresión de sí mismos, cubriendo sus defectos y enalteciendo aquello que creían eran sus virtudes. Belleza, inteligencia, dinero, altruismo, habilidad... Y Sehun, Sehun hacía todo lo contrario.
Apenas lo conoció, Sehun lo recibió con un despampanante letrero imaginario que decía: "Esto es lo que hay, no esperes más ni menos. No soy perfecto, lindo o agradable, y no pretendo o busco serlo. Solo soy yo, Sehun. Llámame idiota por esto y yo te llamaré hipócrita por lo mismo".
Solo por eso, quería abrir una puerta hacia lo que fuera que pudiera pasa entre ellos.
Sabía que posiblemente estaba siendo pesado, pero bastaba con un "no me molestes más" para hacerlo parar. Así que no le importaba mucho cuan intensas fueran sus primeras impresiones.
Respiró profundamente y observó con desánimo la pantalla de su teléfono.
Esperó y esperó.
Y espero.
Y, al cabo de unos minutos, decidió aclarar su mente de la forma más sencilla: una larga ducha y una visita al apartamento de su vecino.
[...]
Timbró por varios minutos antes de que alguien atendiera la puerta, pero su insistencia dio resultados.
Baek se tragó un jadeo, sorprendiéndose cuando la persona que lo recibió no fue Sehun, sino su muy semidesnudo y totalmente sexy compañero de piso.
