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Todos los días Oh Sehun despierta de la única manera que conoce: solo.
Víctima de un abuso y con su madre en la cárcel, fue forzado en el s...
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HELLO, I SAID
CAPÍTULO IV
After all you still make sense to me
And now... your mess is mine
Esa mañana lo que despertó a Baekhyun fue el sonido de su timbre.
Extraño. No recordaba haberle dicho a ninguno de sus conocidos su nueva dirección. Somnoliento, estiró su cuello y hombros hacia atrás, dispuesto a salir de la cama y atender la puerta.
Caminó a la entrada y se asomó por la mirilla.
«No puede ser verdad...» pensó, torciendo la cabeza a un lado con extrañeza. Frente a él estaba nada más y nada menos que su absurdamente atractivo, medio amargado y emocionalmente volátil vecino.
Parecía recién salido de la ducha. Aún había unas cuantas gotas de agua escurriendo por su cuello y, al igual que en días anteriores, vestía sexy ropa deportiva.
Esas playeras de licra deberían ser pecado...
Baek siguió mirando. Su vecino caminaba con urgencia de un lado al otro, rascando detrás de su cuello y frunciendo el ceño. Su lenguaje corporal gritando incomodidad.
Abrió la puerta y, tan pronto estuvieron cara a cara, todo se detuvo. Sehun lo observaba fijamente, del mismo modo que un depredador observaba a su presa, como si fuera una pantera y Baekhyun fuera un pequeño conejito.
—Baekhyun... —suspiró Sehun, una gota de agua resbalando entre sus clavículas.
Baek tragó saliva cuando escuchó su nombre.
—Baek, ¿qué me estás haciendo? —preguntó, más para sí mismo que para Baek mientras caminaba un paso hacia delante, llevando una de sus manos a su rostro para tocar suavemente su mejilla.
Baek sintió como un nudo se formaba en su garganta. ¿De malestar? Honestamente, lo dudaba. No lo sabía. No tenía idea de qué estaba sucediendo, pero su cuerpo no se sentía incómodo. De hecho, se sentía... ¿medio caliente?
Sus ojos se abrieron aún más en el momento en que Sehun sumergió sus dedos entre las hebras de su cabello, acortando la distancia entre ellos.
—¿Q-Qué hac...? —No llegó a terminar la frase, porque para ese entonces Sehun ya estaba estrechando sus labios contra los suyos, besándolo.
Su vecino lo estaba besando.
Su vecino lo estaba besando.
¿Su vecino lo estaba besando?
Sehun, su vecino, con el que solo había hablado una vez, lo estaba besando.
Nop. Sin importar la manera en que la cabeza de Baekhyun lo repitiera, no tenía sentido ¿La presión sobre su boca? No tenía sentido. ¿La forma en que su lengua pedía entrar a su boca? No tenía sentido. Pero lo que menos tenía sentido era que, mierda... Baek necesitaría tener diez días muerto para desperdiciar la oportunidad.
