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Todos los días Oh Sehun despierta de la única manera que conoce: solo.
Víctima de un abuso y con su madre en la cárcel, fue forzado en el s...
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CAPÍTULO X
BE MY WAY TO WONDERLAND
This is start of something beautiful This is start of something new You are the one that make me loose it all You are the start of something new...
¿Alguna vez se han mirado al espejo y no han reconocido su reflejo? Como si alguien hubiera arrancado tu rostro para crear una máscara y fingir ser tú. ¿No? Bueno, en ese momento eso era lo único que Sehun podía sentir.
Treinta y siete minutos. Treinta y siete minutos fue el tiempo que le tomó levantar su muro una vez más y no dar una mierda sobre nada. Se levantó de la cama, tomó una ducha, se vistió y regresó a la cama. Encendió el televisor y pulsó el control hasta dar con un canal de películas. Permaneció así por varias horas, inmóvil y con la vista fija a la pantalla mientras gruesas lágrimas se formaban en sus ojos y comenzaban a derramarse por encima de sus mejillas.
No sabía qué hacer para que pararan, así que esperó. Esperó ahí sentado hasta que los créditos finales de otra película aparecieron y sus ojos se secaron... pero nada cambió. El mundo seguía girando, el reloj corriendo y su vida avanzaba sin ningún destino o meta.
Se acercó a su cómoda y cogió varios libros, leyendo hasta que sus ojos ardieron y se sintieron desenfocados. Y siguiendo varios minutos después de eso.
Hasta el amanecer.
Reusándose a pensar en sí mismo, en cómo estaba atrapado en el pasado. En cómo se negaba el permiso de avanzar y vivir. Sobrevivió y ahora aquello era todo lo que podía hacer, esconderse en su cansado sentido de autopreservación.
Comprobó el reloj (8 a.m.). Las risas y parloteos entre Kyungsoo y Jongin habían comenzado a escucharse al otro lado del departamento, empujándolo de vuelta a la realidad.
¿Por qué siempre parecían tan felices? Hablando estupideces mundanas y soltando uno que otro comentario enamorado de vez en cuando; eso, o intercambios juguetones donde ambos buscaban tener la razón por la mera satisfacción de tenerla.
Casi...
Casi del mismo modo en que él y Baek solían hacer todo el tiempo.
Sus pensamientos se congelaron por unos segundos.
¿Cómo podía ser tan tonto?
[...]
Las cosas no estaban resultando como Sehun las tenía planeadas.
Nunca lo hacían, pero luego de recibir una cátedra de media hora sobre "cómo hacer las paces con alguien" por parte de Jongin, se había sentido un poco optimista. Sin embargo, cuando tocó a la puerta de Baekhyun, nadie había abierto y cuando envió un mensaje de "podemos hablar", nadie había respondido.
