Enamorada de un hombre lobo come pendej@s

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La tarde transcurrió con normalidad, me dedique a forrar cuadernos y enrotular libros. Luego de eso cené una hamburguesa y subí a mi habitación, me puse los auriculares, el pijama y me dormí. No hubiera despertado si no hubiera sido por el sonido de un grito, seguido por un golpe o algo. ¿Qué rayos?

Me acerco a mi balcón, lugar donde se escuchaban los ruidos y tomo una lámpara que tenía en el escritorio, abro la puerta y grito mientras golpeo a que o quien este allí.

−AAAAAAH!! ¡QUE HACES AQUÍ MALDITO VIOLADOR! −Grito y golpeo sin piedad a la persona que irrumpió en mi balcón.

− ¡AUCH, AUCH! ¿QUIEN TE VA A QUERER VIOLAR A VOS?

Dejo de golpear cuando reconozco la voz de Nicholas alias Princesa Engreída.

−Pero que mierda haces en mi balcón?

−Me escapo. −Una respuesta tan común, escapándome en tu balcón.

−En MI balcón? Creo que tienes déficit de atención o algo...

−No sé si te diste cuenta, pero vivo a 2 de casas de aquí. −La verdad no sabía eso.

−Ajá y donde te pongo el trofeo?

−Es imposible bajar desde mi balcón, la casa de al lado ni siquiera tiene uno y como que esta casa es de mi padre y el balcón tiene debajo esa enredadera rara, trepo el techo de mi casa, paso a la de los Johnson y luego por el techo de los Lorenzo llego a este techo, bajo por esa canaleta. −Señala la canaleta que hay al lado del balcón que sube hasta el techo. −Y bajo por la enredadera, hago todo eso cada vez que escapo.

Dios mío, que es esto, ¿hombres de negro? ¿Dónde están las cámaras?

−Sigo sin saber qué haces en mi balcón a las...−Veo el reloj de mi escritorio. − ¿¡2 DE LA MAÑANA!? ¿ESTAS LOCO?

−Pues, el lunes comienzan las clases, obviamente voy a una fiesta. −Si, porque todos van a fiestas porque comienzan las clases. − Por cierto, linda pijama... −Bajo mi mirada y me encuentro con el pijama más corto y chico de todo mi armario.

Me sonrojo y me cubro con la cortina.

−Deja de mirarme porque te dejare sin hijos de una patada.

−Pero que salvaje... −Baja su mirada hasta la lampara con la que le estaba atacando. −En serio te defiendes con una lámpara? Es lo más patético que vi.

−Mi vida, es porque aún no te viste al espejo, no podrás creer que cosa más patética y horrible veras allí. Ahora, si me disculpas...− Vuelvo a mi habitación, pero antes de cerrar la puerta...− ¡Oh! Lindo saco de papas al que llamas chaqueta!

Ahora cierro la puerta, victoriosa.

AHÍ TIENES PINCHE PRINCESA BRILLITOS, DISFRUTA DE TU AMARGA DERROTA JAJAJA.

Escucho como baja por la enredadera que esta desde mi balcón, lo único útil que tiene este ser humano en la vida fue decirme como puedo escapar con lujo de detalle, aunque no es como que yo haga esas cosas, yo soy un pan de Dios.

Aunque ahora que recuerdo, ¿no habíamos puesto unas espinas de cristo allí abajo?

−AAAAAAAAAA LA GRANNN PUTAAAA!!!!!!!

Oh, si cierto.

Salgo a mi balcón y miro abajo, encontrándome con un Nicholas entre espinos y flores tratando de agarrarse como puede a la enredadera de la pared.

−Eeeeh, pusimos una planta con espinas allí, cuidado...

−AH EN SERIO? NO ME DECIAS Y NO ME DABA CUENTA.