—Jae, si algún no estoy ¿me extrañarás?
—Por supuesto que si Taeyong, es más si no estas junto a mi, yo iré a buscarte para volver a tenerte a mi lado y no te dejare ir nunca.
—Te amo.
Jaehyun despertó sintiendo unas inmensas ganas de llorar, aquel sueño era más el recuerdo de una conversación que él y su pareja habían tenido, poco antes de que todo su mundo se volviera blanco y negro.
Recordaba que ambos estaban acurrucados en la cama, estando sin preocupaciones, el tiempo fluía sin mayor importancia porque estaban juntos y así es como debían estar.
Con trabajo se levantó de la cama, ya no conservaba el calor de antes, se sentía una ligera sensación de vacío, la calidez de Taeyong le hacía falta. Esperaba que no tardará en regresar.
Desde el accidente la rutina de Jaehyun era la misma: levantarse, bañarse, ir al trabajo y después ver a su novio en el hospital. No podía estar mucho tiempo debido al horario de visitas pero aprovechaba al máximo el tiempo que tenía junto a él.
—Taeyong, cuando salgas de aquí prometo que haré todo lo que quieras. Así que por favor despierta ya. —susurraba el castaño mientras sostenía la mano del mayor.
Taeyong se veía más delgado y pálido, a Jaehyun le dolía ver en ese estado a la persona que amaba. Recordaba como se veía feliz y sonriente cuando estaban juntos, como las mejillas del otro se sonrojaban al recibir un halago, y como se sentía abrazarlo y sentirlo sin necesidad de estar aprisionado en una cama con un montón de aparatos que lo mantenían vivo. Cada día que pasaba dolía un poco más el corazón de Jaehyun.
—Lamento interrumpirte Jaehyun pero se acabó el horario de visitas
—Esta bien, volveré mañana —respondió a la enfermera antes de besar la frente de su pareja
—No pierdas la esperanza, Taeyong despertara en cualquier momento.
—Lo se
...
Taeyong se sentía tranquilo, a su alrededor no había nada todo estaba en paz. Al caminar se dió cuenta de que estaba descalzo pero no sentía el piso bajo sus pies, en realidad no sentía nada.
De repente frente a él estaba la antigua casa donde vivió de pequeño, inseguro se adentro al lugar. Todo se veía como recordaba, no había ningún cambio.
De repente escucho una voz provenir de la sala, lentamente camino hacia allá.
La escena frente a él era una conocida, se veía a si mismo de pequeño no debía tener más de 6 años, estaba sentado en el sillón y junto a él estaba su nana. Ella le leía un cuento.
Taeyong se quedó mirando, no supo cuánto tiempo había pasado, hasta que de repente la mujer dejo de leer y miro hacia su dirección, le sonrió amablemente y le hizo señas para que se acercara.
Temeroso él se dirigió al sillón, el pequeño Taeyong le sonrió amistosamente y le indico que se sentará al lado de la mujer.
—Taeyong hace mucho que no nos veíamos —hablo la mujer mientras dirígia su atención a él.
—Nana... Yo no sé qué hago aquí —menciono inseguro
—Yo tampoco lo sé querido pero sé que este no es lugar para ti —respondió palmeando la cabeza del joven.
—Tal vez estás aquí porque estás perdido —contesto el pequeño Taeyong
—Puede que estés en lo correcto querido
—Pero entonces ¿Dónde debo estar?
—En otro lugar. Hay alguien que te extraña y daría lo que fuera por verte
—¿Alguien?
—Si, tú eres alguien muy especial para esa persona, está triste debido a que no ha podido verte en mucho tiempo —contesto la nana
—Deberías darte prisa —menciono el niño.
De repente todos los recuerdos de Taeyong regresaron, sabía que Jaehyun debía estar triste por su ausencia.
—Lo recuerdo
—Muy bien Taeyong, ahora ya sabes que debes hacer
—Lo sé, aunque me hubiera gustado estar más tiempo contigo —dijo a su nana
—No te preocupes por mí querido, algún día nos volveremos a ver, aunque no será muy pronto. —la mujer solo acarició amablemente la mejilla del chico
—¿La cuidarás por mi? —pregunto al infante
—Claro que si
—Muy bien, entonces nos vemos después.
Con cuidado Taeyong se levantó de su lugar, volteo una vez más y vio vacío el lugar donde antes habían estado él y su nana.
Con calma camino hasta la puerta del lugar.
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Wake Up [JaeYong Terminada]
Cerita Pendek-Te amo Jaehyun sonrió al ver el mensaje en la pantalla de su celular. La felicidad se podía reflejar en pequeñas acciones.