Capítulo 2

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La musica era suave y demasiado romántica para mi gusto. En la mesa estaban mis padres charlando sobre quien sabe que cosa y el idiota de Nick aun no había llegado. Así que sí, me estaba muriendo del aburrimiento.

Mis ojos viajaron asta la mesa de mi hermana Leah. Ella Sonreía con verdadera felicidad cuando su prometido Reed le susurraba palabras al oído. En ocasiones se ponía colorada por los comentarios  pervertidos seguramente.

Me alegraba tanto que Leah haya encontrado a un hombre que la haga realmente feliz. Por esa razón no me negué a ser su dama de honor usando de pretexto que mamá me había obligado cuando acepte de corazón. Mi orgullo nunca me permitiría ser sincera y confesarle que estaba feliz por ella.

Mire la hora en el reloj de mi muñeca y me puse de pie con mi copa de vino blanco en una mano y en la otra un cuchillo para mantequilla.

Toque varias veces la copa con el cuchillo llamando así la atención de todos en la fiesta de compromiso de Leah para hacer el brindis.

- No se como empezar a decir cada una de las palabras que memorice fielmente hace un par de minutos - Algunos invitados rieron con mi pequeña broma - Solo quiero decir que la hermosa mujer que esta frente a mi con un hermoso vestido color azul cielo, es mi amada hermana mayor Leah - Ella me miro directamente a los ojos como yo a ella - A tu corta edad has llegado demasiado lejos, has cumplido las metas que te has propuesto en la vida, eres el orgullo de toda la familia Leah. Y yo como tu hermana estoy sinceramente orgullosa de cada uno de tus logros. Me alegra que hayas encontrado a un hombre que te ama y respeta sobre todas las cosas. Ese hombre que es capaz de hacer sonreír a mi hermana de tanta felicidad y alegría es de toda mi admiración - Esta vez mire directamente a Reed quien pude alcanzar a ver sonreía de lado - Brindo por la feliz pareja.

Todos levantaron su copa y brindaron por la pareja de novios. Lleve la copa a mis labios saboreando el fantástico sabor del vino blanco. Siempre fue mi favorito aun sobre el vino tinto o el vino rosado.

La fiesta continuo como cualquier otra pero esta vez permanecí en mi lugar sentada bebiendo una botella de vino blanco que me había robado de la cocina.

Apenas llevaba la mitad cuando lo vi.

Iba entrando al jardín mientras que se acomodaba la corbata y miraba hacia todos lados. Su cabello rubio venia despeinado y debajo de sus ojos azulados tenia unas enormes ojeras pintadas que delataban que no había dormido en toda la noche.

Tome la botella de vino y bebí un largo trago. Deje la botella en la mesa y camine decidida hacia el idiota que para todas las reuniones llegaba tarde o solo faltaba sin dar explicaciones.

Sin que se lo esperara estrelle la palma de mi mano contra su nuca. Agacho la cabeza por el impacto y luego me miro con cara de dolor.

- ¡Diablos Aria! Eso si que dolió - Exclamo Nick con dolor.

- Eso te pasa por llegar tarde a la fiesta de compromiso de tu hermana mayor idiota - Reproche con molestia.

- Lo siento - Se disculpo acomodando su cabello - Estuve estudiando asta tarde.

- Eso ni mamá te lo cree - Respondí con los brazos cruzados - Admite que te fuiste de fiesta de nuevo.

Una sonrisa se dibujo en los labios de Nick lo cual me confirmaba que tenía toda la razón.

- Eres un idiota - Exclame al volver a estrellar la palma de mi mano en su nuca exasperada por su comportamiento.

Nick a sus 25 años solía ser todo un idiota. Siempre se la pasaba de fiesta en fiesta con el pretexto de disfrutar su juventud mientras durara. Aun así era un estupendo Abogado. Pero eso no justificaba su estúpido comportamiento de adolescente desenfrenado con las hormonas alborotadas como un puberto que apenas está descubriendo su sexualidad.

Jale a mi hermano Nick cuando la fiesta ya estaba a punto de terminar y estaban sonando las ultimas canciones de la noche y comencé a bailar con él.

Hace tiempo que no bailaba con mi hermano que ya asta me había olvidado de toda la diversión que venia acompañado con su presencia. Siempre que bailábamos se la pasaba criticando los movimientos y la vestimenta de todos lo que bailaban a nuestro alrededor provocando que riera en voz alta sin importarme nada, peor aun así estaba tan borracha como ahora.

Reed y Leah estaban despidiendo a los invitados que ya estaban por irse. Me puse mi abrigo y me colgué mi bolsa. Esperaría a Nick que se había ido al baño a vomitar el poco alcohol que había consumido - Mi hermano era de poco aguante, al grado de hacerme prometer que nunca lo mencionaría frente a sus amigos - pero no tenia ganas de esperar otra hora para irme, además ya era demasiado tarde y había muchos peligros en las calles.

Camine hasta la puerta lo mas derecho que pude puesto que todo a mi alrededor se movía. Me sentía demasiado mareada. Me pare frente a Leah y la abrace con fuerza. Algo que claramente nunca haría estando sobria a menos de que ya la haya perdonado, lo cual no pasara asta dentro de mucho tiempo seguramente.

- Nos vemos en tu boda querida - Exclamé con una sonrisa.

Leah odiaba que le dijera "querida" por que la hacia sentir vieja y a mi me hacia sonar como toda una zorra. Palabras de ella, no mías.

- ¡Por dios Aria! - Exclamó Leah con preocupación - No te puedes ir en este estado. Apenas y puedes caminar.

- ¿Ahora vas a decir que no me crees capaz de volver a casa sana y salva? - Preguntó con una sonrisa llena de molestia - Esta no es la primera vez que me emborrachó Leah. Ya superalo.

Me di la vuelta dispuesta a irme pero la mano de mi hermana detuvo mis movimientos.

- Aria...- Respondió con genuina preocupación.

- Yo la llevó cariño - Exclamo Reed provocando que se tensara cada célula de mi cuerpo - Espero que no te moleste.

- Por supuesto que no - Respondió mi hermana con alivio - Asegurate de que llegue a salvo.

Reed asintió con la cabeza y se despidió de Leah dándole un beso en la frente para después pasar una de sus manos por mi cintura para ayudarme a caminar y que no me cayera en el camino.

Caricias que enamoran #1 [En Dreame] [sin corregir] ⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora