Capítulo 9: Fuego

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Rise your glass with me, Eraser! —exclamó Yamada, alzando su jarra. —¡Por tu finalizada recuperación!

Aizawa rio entre dientes y levantó la suya para brindar. Chocaron las jarras derramando un poco de cerveza y bebieron un largo trago, casi dejándolas por la mitad. Yamada se secó la espuma con el brazo y se retocó el bigote, apoyándose con los brazos abiertos en el mullido respaldo de los largos asientos del pub.

—Ah, qué satisfactoria es la bebida gratis —dijo con un ronroneo, volviendo a beber.

Aizawa le miró de reojo y bebió también, negando con la cabeza.

—Podrías invitar tú a la siguiente, he invitado yo ya a tres rondas.

—Ah, pero yo no te debo nada a ti, Eraser —dijo Yamada encogiéndose de hombros.

—Oye... —comenzó a decir Aizawa girándose hacia él, siendo interrumpido por el gesto de Yamada al camarero indicando que les llenasen las bebidas.

—...Bueno —murmuró amenazadoramente, volviendo a su posición, dando un nuevo trago preguntándose si Yamada disfrutaba de vivir al límite.

—Piénsalo así, Shouta, al no venir Megu te ahorras un dinero que puedes invertir ahora en más bebida —argumentó, mirando llegar las nuevas jarras. —Always look on the bright side of life.

—¿Me... gu? —masculló Aizawa, alzando las cejas y entornando un ojo.

Sí, definitivamente disfrutaba con jugársela.

—Aunque hubiera estado bien que hubiera venido —comentó Hizashi ignorando la reacción de Shouta, terminando su jarra y echando mano de la recién llegada.

Aizawa se apoyó en el respaldo, con gesto aburrido.

—Pues hablando de Megumi, llevo ya varias semanas sin saber de ella, desde que vino a dejar a la gata.

—La has espantado, Eraser, no sabes tratar con mujeres —le reprendió Yamada, negando con la cabeza con decepción acercándose la jarra a la boca.

Aizawa ya no se molestó ni en molestarse, planeando directamente cuál sería un buen lugar para deshacerse del cadáver.

—¿Entiendes que esto es algo que me preocupa, Yamada? —preguntó, aburrido, cogiendo la nueva jarra.

—Sí, sí, I'm sorry, I'm sorry —se disculpó, sin abandonar el tono bromista. —¿Has intentado contactar con ella?

Asintió ligeramente, bebiendo un trago.

—No contesta a los mensajes, y cada vez que llamo me salta el mismo mensaje: apagado o fuera de cobertura.

—¿Has probado a ir a su casa?

Aizawa negó con la cabeza.

—Pues hazlo, puesto a ser un acosador...

Aizawa se quedó mirándole fijamente en silencio. Sí, quizá podría atar un trozo de hormigón a sus pies y arrojarle al mar.

—Es broma, es broma —se excusó Yamada rápidamente, leyendo los pensamientos de Aizawa. —Pero sí, quizá deberías ir, lo de la gata fue hace —hizo una pausa para contar— más de tres semanas, ¿no? Un poco preocupante sí que es.

—Pues claro que lo es, si no no estaría preocupado —replicó Aizawa, bebiendo y negando con la cabeza otra vez, exasperado.

Yamada replicó algo que Aizawa presupuso que debía ser un chascarrillo ocurrente y siguió parloteando, pero él desconectó de la conversación y se quedó pensativo agarrando distraídamente el asa de la jarra.

Onira || Aizawa ShōtaWhere stories live. Discover now