«De todos mis demonios...tu eres el único que me sonríe»
•No copiar ni adaptar
•Obra registrada en Safe Creative
•Código 1710234628404
Créditos a la portada: Editorial Moonwalk
✔1er Lugar en los Real's Awards 2018 [Categoría Fanfic]
✔Favorita del añ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Si me tomo las pastillas, ellos desaparecerán —añadí para luego mirarlo triste —¿Y tu, Michael? ¿También desaparecerás? —pregunté aún sabiendo yo misma la respuesta —Michael, ¿eres real?
Frunció el ceño mientras me miraba atónito, seguro no se esperaba dicha pregunta. Guió la mirada a las paredes tratando de evadir mis preguntas
—Tomarás tus pastillas y punto —dijo dándome la espalda
Me acerqué con intriga siendo detenida por una extraña fuerza, si no lo conociera pensaría que él mismo me impide que me acerque
—¿Qué te pasa, Michael? ¿Estás enojado? —pregunté sin obtener respuesta —¡Contesta!
—¡No molestes! —volteó mirándome haciendo que me diera miedo —¿Crees que me quedaré contigo? ¡Algún día tendré que irme! —gritó con enfado
—¿Pero qué te pasa? Nunca me habías hablado así —contesté temerosa retrocediendo a paso lento
—Perdón, pero no puedo tenerte más paciencia de la que te he tenido, ¡Quiero irme lo más pronto posible! Así que tomarás tu medicamento o haré que lo tomes por la fuerza —intensificó esto último mirándome con furor
Su tono molesto me asustó, por unos instantes me pareció tener frente a mi a una persona fría, llena de rabia. Retrocedí unos pasos insegura esta vez, mis ojos pasaban por los suyos llenos de temor. Al darse cuenta su cara cambió totalmente mostrando arrepentimiento.
—Lo...lo siento no debí...
—¿Hija? —habló mi madre del otro lado de la puerta interrumpiendo a Michael —¿Qué sucede? ¿Estás bien?
Limpié las lágrimas que estaban por salir acercándome a la puerta
—Lía... —me detuvo Michael tomándome del brazo a lo que yo me zafé al instante
—Puedes irte cuando quieras —lo miré decepcionada —. Llevo mucho tiempo soportando a mis demonios —hice una pausa dando un gran suspiro —. Puedo seguir con o son ti —dije para salir de la habitación
Al cerrar la puerta me encontré con mi madre parada frente a mi mientras me miraba con seriedad
—¿De nuevo hablando con ellos? —se cruzó de brazos —Hija, está bien, no diré nada. Tengo que ir al trabajo, esta mañana me hablaron y me necesitan urgente, ve a casa de tu tía y espérame ahí hasta que pase por ti
Comenzó a caminar hacia la puerta
—¿Qué hay de mi hermano? —inquirí —¿puedo ir con él? —pregunté haciendo que parara en seco
Guardó silencio por unos instantes para luego tomar su bolso
—No me tardo —respondió ignorándome
Bufé molesta ante su reacción, volví segura esta vez a mi habitación rezando a que Michael no estuviera. Caminé con pazo firme hasta la puerta dando un giro a la perilla, el pequeño ruido producido por el movimiento y al no hacer nada más, le daba a Michael el tiempo suficiente para irse.