Querido diario de un fumon...
pasaba sus días volcando en un papel todo su dolor por ella,la inspiración era tan grande, el temor a que sus palabras fuesen ignoradas lo paralizaban.
Ella iba y venía sin escuchar los pocos murmuros que el se atrevía a pronunciarle, nunca pudo hablarle a su corazón, ella percibía sus murmuros como agresiones, una oscura capa que sobresalía de la mochila que cargaba desde niña interfería con sus oídos, el abrazo indicado podría extirpársela, sus brazos nunca tuvieron el valor de encontrarse.
Ella lo desconoce pero el siempre la comprendió, podía sentir su dolor, el también cargaba una, sus ojos explotaban de amor al ver aquella hermosa niña tan fuerte y quebrada en su interior, el podía verse atreves de sus ojos, sentía su dolor, soñaba con poder liberarla algún día, plena era su seguridad en que su entrega desvaneciera tan triste coraza, sin embargo fue contagiándose de ella y sus brazos seguían sin encontrar el valor de encontrarse.
Poco a poco fue dejando de escribirla y murmurarle, los fantasmas en su ínterior avían ocultado todo aquello que lo hacía brillar en el interior de su recubierto corazón, sus palabras poco a poco fueron volviéndose sordas, el tan solo buscaba su corazón, poco a poco el fue resguardándose mientras ella le regalaba hermosos pasatiempos, entonces ella lo condenó, sus brazos se dieron por vencido.
Así fue como aquellos dos niños que habían nacido para compartir su infancia murieron, condenando sus almas a un eterno abrazo de soledad..
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