•Prince Jungkook• ➭KookMin (Editando)

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Torpemente caminó siguiendo los pequeños sollozos que escuchaba, al llegar al lugar donde se escuchaban con más claridad, se encontró con un chico de no más de unos 16 años sentado en una banca, se acercó lentamente para preguntar el por qué lloraba, pero se detuvo a unos pasos al sentir la voz del chico.

(N/A:Desde aquí se narraran los hechos de el primer capítulo, sólo que esta vez desde una perspectiva distinta, aún así habrán cosas similares, gracias por su atención, sigan leyendo∩_∩)

— Ojalá existieran los príncipes como en los cuentos que tanto leía papá — JungKook sintió que fue al cielo por un momento al escuchar la suave voz del chico frente a él, su voz era aguda, no de las agudas chillonas y fastidiosas, si no, una voz aguda y suave, muy linda, pensaba él.

— ¿En serio no crees qué existan?, tal vez deberías buscar alguno y no rendirte.. — decidió hablar el castaño, con algo de nerviosismo.

El pequeño levantó su mirada, y JungKook creyó que se caería a el suelo en cualquier momento, frente a él se hallaba lo más precioso que había visto alguna vez, cabello plateado, ojos avellana, labios rechonchos y rosados, unas mejillas bastante tiernas y pronunciadas, piel ligeramente bronceada, pero sin llegar a ser oscura, facciones inimaginablemente bellas, se sintió extraño, nunca le habían llamado la atención los chicos, siempre había ido por las chicas que querían sexo o algo parecido, sacudió su cabeza al encontrarse pensando en el chico..un hermoso chico.

— ¿Uh?.. — le enterneció la mirada que le daba, sus mejillas ligeramente sonrojadas y sus labios mas rojizos al ser mordidos con nerviosismo.

— Vaya pero que tierno eres.. — sonrió ampliamente sentándose a su lado, intentando no acercarse tanto, con miedo de que el peliplata percibiera el olor a cerveza que aún sentía en su boca — ¿Tomarás en cuenta lo qué te he dicho? — hizo un puchero mental al verlo con sus pequeños ojos rojos.

— Y-yo ya no creo poder encontrar a mi príncipe — murmuró apartando la mirada — Estoy roto como para que un príncipe me tome en cuenta — involuntariamente su labio inferior se convirtió en un adorable puchero.

JungKook, quien estaba hipnotizado por la belleza del peliplata, se preguntaba como ese pequeño chico se encontraba a altas horas de la noche fuera de su casa.

— Aún así, ¿porqué no lo intentas? — posó su mano sobre el suave y brillante cabello del chico a su lado.

— P-por que s-sé que nadie me querrá por como soy, mi madre s-siempre tuvo la razón en eso — su voz sonaba cortada mientras que algunas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, tal escena rompió el corazón de Jungkook.