CAPITULO 4
Según la versión que me han contado sobre mi familia paterna es que nunca fui aceptado por ellos, situación que hoy en día he confirmado yo mismo con la forma de ser de ellos hacia mí. Según me comento mi abuela, por parte de mi papá siempre fui rechazado y negado, él nunca me vio cómo su hijo biológico
Cuando yo estaba naciendo mi abuela paterna fue internada y un año después murió, el padre de mi papá era no vidente y aunque yo lo quería conocer cuando tenía de 5 a 6 años de edad mi padrino había prometido llevarme a conocerlo, pero lamentablemente mi abuelo murió antes de que eso sucediera.
Como yo no era bien visto o mejor dicho como yo no soy bien visto por la familia de mi papá, mi padrino no me llevo ni a la vela ni al funeral de él, pero también tuve un poco de aceptación de tres tías y dos primas de parte de mi padre biológico.
En las tardes de hospital mi madre me tomaba en sus regazos frente a la ventana que daba a la entrada donde dan las citas a ver los carros pasar para allá y para acá. Una de esas tardes observe pasar un vehículo blanco (lo recuerdo como si fuera ayer y lloro siempre que lo recuerdo es una sensación que no puedo dejar de sentir.)
Al pasar el vehículo dije:
¿Mami cuándo va a venir mi papá verdadero?
Ella me respondió:
¡Ahorita viene y te va a traer un balón para que juegues!
- ¡Han pasado 14 años y sigo esperando a que mi papá entre por esa puerta me abrase y me demuestre un poquito de cariño!
La palabra que use es cariño, ni siquiera pido amor solo un poquito de cariño.
¿Sera mucho pedir?
Esa pregunta me la realizo constantemente, pero no encuentro ningún tipo de respuesta para ella.
Con lágrimas en mis ojos les confieso que hay noches que reciento la ausencia de mi padre biológico, tengo un padrastro maravilloso conmigo, pero aun así me encantaría tener una pequeña relación, aunque sea de un ¡hola! de vez en cuando, aunque también sé que quizás eso nunca vaya a suceder, pero no pierdo la Fe de algún día tenerlo de frente y poderle dar las gracias por haberme dado el don maravilloso de traerme al mundo.
Para ese tiempo mi abuelita había ido a la basílica de los ángeles a ofrecerle unas manos, unos pies, un cuerpo y una pierna de oro ya que un primo había sufrido un accidente y estaba muy mal de su pie.
A los cinco años cuando estaba en el kínder mi maestra que se llama Belkin andaba en la soda escolar y se encontró a mi padre biológico, mientras todos estábamos en el salón como siempre llegaron ellos y la maestra nos presentó y me dijo:
¡JAIRON EL ES SU PAPÁ!
¡GILBERTH EL ES SU HIJO!
¡Nunca se me va a olvidar lo que viví ese día ni lo que la maestra hizo por mi ese en ese momento!
Estuvimos hablando un lapso como de cinco minutos, recuerdo que me dijo:
¡Yo soy tú papá!
¡Inocentemente respondí con mi cabeza que sí!
También me dijo:
¡Tienes dos hermanos! ¿Lo sabias?
Nueva mente respondí que sí. Antes de irse me hizo una promesa dijo así:
¡Te voy a traer a tus hermanos para presentártelos y que se conozcan!
¡Han pasado trece años y sigo esperando esas promesas que mi padre le hizo a aquel inocente niño que creyó en él!
Desde ese día hasta la fecha nunca más volví a hablar con él. Al recordar todo esto y desempolvar un pasado muy doloroso en mi vida se me hace un nudo en la garganta y mi corazón se destroza en mil pedazos del dolor que siento al rechazo que tengo de mi papá biológico o al menos así lo siento de vez en cuando.
Sé que habrá jóvenes, niños(as) que están viviendo lo mismo, ese mismo drama que yo vivo día a día gracias a Dios que me regalo esta familia maravillosa y con lágrimas en mis ojos reconozco humildemente que no me la merezco. Muchas veces orando le he dicho a mi señor
¿Quién soy yo, para qué me ame tanto?
¡A un no lo sé, pero confió que algún día me lo dirá!
t.coP
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MI VIDA, INSPIRACIÓN DE DIOS
SpiritualUn testimonio real de un niño que a pesar de todas las pruebas a salido adelante de la mano de Dios