MI VIDA, INSPIRACIÓN DE DIOS

PENSAMIENTO PERSONAL Y SOCIAL

CAPITULO 10

Hoy en día, aunque tengo problemas físicos doy gracias a mi Dios porque en todo momento me ha sacado adelante, me ha ayudado cuando más lo he necesitado. No importaron los diagnósticos médico humano porque con mis ganas de vivir y salir adelante fui superando pruebas, obstáculos y circunstancias que parecían que no tendrían final feliz.

El niño que nunca iba a caminar ahora se convirtió en un joven que ha ganado batallas, aunque no la guerra, pero seguirá adelante porque lo único que podrán diagnosticar bien es que la Fe de este joven es fuerte como la roca que no muy fácil se destruye.

Toda mi herencia de Fe es gracias a abuela que la inculco desde que era muy niño en mi vida, hoy día juego fútbol, corro y ando en bicicleta, son cosas que nunca les pasó por la mente a los que me conocieron de pequeño. El tiempo de Dios puede tardar horas, días, meses o hasta años, pero siempre va a llegar y nosotros debemos de ser muy pacientes para esperar el tiempo del señor y saber aprovechar la obra de Dios para cosas buenas.

La vida es un milagro maravilloso que Dios nos da, pero en ocasiones no la sabemos administrar para el agrado del creador, debemos recordar siempre que estamos aquí de paso en el momento que seamos llamados al reino de los cielos entregaremos todo lo que se nos haya prestado en vida.

Como pudieron observar en mi vida hay diferentes etapas que no son muy agradables como la ausencia de mi padre biológico que hubo un tiempo que más lo necesite y extrañe, pero que no estuvo ahí conmigo, sin embargo, aun así, salí adelante con el excelente padrastro que Dios puso en mi camino o mejor dicho en el de mi madre cuando yo apenas tenía nueve meses de edad.

El vino a solventar un poco la falta de mi papá biológico, pero aun así hace falta de vez en cuando y surgen preguntas como: ¿Que se sentirá vivir con mi padre biológico?, Pero sé que no todo se puede tener en esta vida.

Se que en todo el mundo hay personas adultas, jóvenes o niños en la misma condición que yo, también sé que un problema de este tipo se convierte en una excusa para hundirse en un mundo de vicios y de actos de delincuencia supuesta mente para ocultar ese olvido, rechazó o falta de amor de su padre o madre biológico(a).

En la mayoría de casos cuando hay una separación matrimonial y existen hijos de por medio (adolescentes o niños) en sus mentes se empiezan a formular una serie de preguntas como, por ejemplo:

¿Sera mi culpa?

¿Mi papá es malo?

La falta de ayuda e información de cómo llevar a cabo una separación sin afectar lo menos posible al joven o niño.

Un error muy grande es cuando la pareja empieza a sentir odio o rencor y lo empieza a utilizar para hablar o hacer que el hijo sienta algún tipo de desprecio hacía su padre o viceversa sin pensar en el sufrimiento del hijo ya golpeado por la situación.

En mi caso desde que tengo noción de conocimiento mi familia me ha dicho y hablado bien de mi padre biológico cosa que agradezco con toda mi alma, ya que gracias a ello le tengo respeto y no desprecio. El no tener la figura paterna cerca es un poco difícil, pero no es justificación o motivo para caer a un vicio o en cualquier otro acto oscuro.

Yo tengo 18 años y en este tiempo nunca conviví con mi padre y no por eso estoy en el mundo de las drogas ni tome ningún camino fácil por la vida, esos caminos que solo nos llevan a la perdición, la falta de apoyo emocional es el enemigo más fuerte que media en una situación como una separación.

Situación que lleva a un joven a caer en una depresión al sentir falta de amor o rechazó por padre o madre por que la mamá también se afecta en la parte emocional y al no saber llevar el problema deja al joven hacer todo lo que quiera como una forma de compensar el dolor.

Las preguntas que hay que hacernos en una situación así son:

¿Qué hago para ayudar a mis hijos?

¿Me van ayudar los vicios?

¿En qué me voy a convertir?

¿Seré como mi padre o madre?

¿Ya no me quiere?

¿Por qué me dejo?

El problema más grande es cuando se ve al padre o madre como un ídolo para el hijo o hija y su decepción es mayor y mucho más doloroso por ver que la imagen que se tenía era lo contrario a lo que su hijo creía.