El dia siguiente

13.2K 1.2K 2K
                                    

Me desperté lentamente, sintiéndome muy cómodo para moverme. Estaba consiente, sin embargo mis ojos seguían cerrados, ya que pretendía dormir un poco más. Se sentía caliente alrededor mío y había un ligero sonido en el cuarto, sonaba como si alguien estuviera golpeando la pared, pero era un sonido ahogado. Lo escuchaba constantemente y no podía darme una idea de lo que sería, y aún y cuando me mantenía despierto, realmente no me molestaba. Sentí como mi almohada se movía debajo de mí, ¿Por qué se estaba moviendo?; abrí mis ojos para descubrir que en realidad no era una almohada donde estaba recostado, sino el pecho de Tsukki. Me tomo unos segundos poder comprender lo que estaba sucediendo, pero apenas lo hice sentí como mi cara se sonrojaba como un tomate. Ambos estábamos recostados en el sillón, mi torso sobre él, piernas entrelazadas y su brazo sobre mi cuello. Estábamos tan juntos que escuchaba los latidos de su corazón, sin embargo, estos fueron reemplazados rápidamente por los míos.  

Ahora, tenía frente a mí una de las decisiones más difíciles de mi vida. Podría moverme de encima suyo para ir a alistarme, cosa que lo haría despertarse y tendríamos un pequeño momento incomodo, pero es lo correcto por hacer, O podría permitirme ser un poco avaricioso y quedarme ahí hasta que el despertara, para fingir que seguía dormido.

Obviamente escogí la segunda.

Mire su cara por un momento, tomando cada uno de los detalles. Sentía como su pecho se movía al respirar, y note que olía un poco a cítricos –probablemente el detergente de su ropa- y como lograba verse tan tranquilo y relajado. Su cabello despeinado, sus pestañas largas, sus labios, apenas separados y soltando pequeños respiros. Tenía tantas ganas de besarlo que pensé que sería mejor poner mi atención en otra cosa. Mire su barbilla, la curva de su cuello. Su pecho, sus brazos, los cuales eran delgados, pero con suficiente musculo para hacerlo ver fuerte; podías también notar algunas de sus venas, ya que su piel era demasiado pálida. Una de sus manos aún envuelta en una banda, por la práctica de ayer. Baje aún más la mirada para notar como su camisa estaba levemente levantada, mostrándome su abdomen, el cual –sin verse exagerado- estaba marcado, y por unos segundos desee que el mío se viese así. De repente, escuche a Tsukki quejarse y cerré mis ojos rápidamente, pretendiendo dormir.

Sentí como levanto su cabeza “¿Yamaguchi?” espero por unos 3 segundos antes de continuar “Maldición, está dormido”. Se movió un poco y volvió a susurrar “Ok, yo puedo con esto…” y se quitó poco a poco de su lugar, dejándome recostado en el sillón, me cubrió con una chaqueta y se alejó.

Cuando oí sus pasos ya lejos, mire el reloj en la pared. 9:06am. Decidí solo esperar a que volviera, para fingir despertarme.

9:10
9:15
9:20
9:30

El tiempo paso y el no regresaba, así que me levante. Me estire un poco y vi que había bastante basura del día anterior, así que ayude a recoger un poco. Después de limpiar, fui a la cocina a tirar algunas cosas, donde –para mi sorpresa- estaba Tsukki utilizando un mandil, quemando algo de comida en la estufa.

“¡Buenos días, Tsukki! ¿Necesitas ayuda?” le pregunte. Su cara al verme cambio de ‘te matare’ a una simple mirada de molestia.

“Buenas. No, estoy bien, yo puedo hacerlo” pero mientras intento mover lo que sea que se encontraba en el sartén, quemo su mano. Por más preocupado que yo estuviera no pude evitar reírme de él buen tiempo que tuvo ese error. “¡Demonios! Está bien, ayúdame, pero deja de reírte de mí”

“No me estoy riendo” Dije, y camine hacia él, intentando descifrar que era lo que intentaba cocinar. El sartén tenía una mancha negra, dándome cero pistas, pero a lado de estos había una caja con harina para hot cakes “Ok, ¿ya tienes la mezcla? O ¿Necesito hacer más?”

Todo tuyo // TsukkiYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora