U n o

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A m b e r

Suelo decir muchas cosas sin sentido cuando estoy nerviosa, es un momento bastante incomodo y lo único bueno que se hacer es temblar o reírme de mi misma. Lo hago todo el tiempo y es algo molesto en algunas ocasiones.
Ésta mañana tuve un dejavú, de esos que en lugar de hacer que te emociones, te aterran y hacen a tu cuerpo temblar del nerviosismo. Eso ocurrió.
Me encontraba manejando con dirección al colegio de Abril y Alexis, que se ubica a unas cuantas cuadras de nuestro hogar. Detuve el auto cuando el semáforo se puso en rojo, alcancé mi celular desde el otro extremo del asiento y verifique la hora.  
El semáforo se anuncio en verde y continúe mi camino, dos calles después aparque fuera del gran edificio grisáceo y espere. 

- Hola mami. - la puerta trasera derecha  se abrió anunciando que Abril ya estaba en el auto. Ella se acercó a mi y besó mi mejilla.

- Hola mamá. - la puerta trasera izquierda también se abrió pero ésta vez era Alexis. Se acerco a mi y de igual forma besó mi mejilla.

- Hola, ¿Todo en orden? - pregunté y ellos asintieron con la cabeza. Gracias al espejo retrovisor pude ver el rostro de Abril, ella tenía una mirada triste.

- Abril, cariño. ¿pasa algo? - me gire para verla y ella solo me observo unos segundos y bajo la mirada.

Suspire y me giré hacia el volante de nuevo, estaba a punto de arrancar pero mi hija por fin hablo.

- ¿Cuándo vuelve mi papá? - su rostro no reflejaba nada. Ni tristeza, ni miedo, ni curiosidad.

- ¿Dónde está? ¿pelearon? - le siguió Alexis, pero a diferencia de Abril, su rostro reflejaba angustia. 

- Sí, peleamos. - dije tragando en seco. Arranqué el auto y comencé a conducir de vuelta a casa.

- ¿Por qué? - dijo Abril después de unos minutos.

En este caso respondería que "cosas de adultos" pero mis hijos están bastantes cuerdos para entenderlo.

- Es estresante mantener todas las actividades, pagos y nuestro matrimonio en orden. - dije con cautela para que ellos pudieran entender.

- Ya no se quieren. - dijo Alexis con la voz rota.

- Nos amamos cariño, solo que a veces necesitamos pensar bien para no regar las cosas otra vez. - repare.

- Carla dice que se volverán a separar y está vez será para siempre. - susurro Abril.

- ¿Carla? - cuestione. Estaba segura de que mi hija no tenía ninguna amiga con ese nombre. ¿Quién podría decirle algo así?

- Si, es la psicóloga de la escuela. Todo el tiempo dice que su matrimonio es una basura.

Hija de perra. 

...

La tarde estaba cayendo sobre todo San Francisco, por las ventanas entraban los últimos rayitos de sol, el día se había pasado muy rápido.
Me senté en el sofá y encendí el televisor, daban una película de comedia, así que decidí verla, no pasaron ni diez segundos y la puerta de la entrada se cerro.
Voltee con rapidez, era Justin. Apagué el televisor y corrí a donde estaba.
Él dejo caer su maleta y me abrazó con todas sus fuerzas.

- Te extrañe bastante. - acaricio con su pulgar mi mejilla y me sonrió.

- Yo también lo hice. - susurre cerca de sus labios.

- Fue la pelea más extraña que hemos tenido. - río.

- Muy tonta. - solté una carcajada. Lo miré con una sonrisa y él me la devolvió.

- ¿En qué te interrumpi? - preguntó con el ceño fruncido.

- Iba a ver una película. - rodee los ojos y el volvió a reír.

- Entonces vamos a verla. - prácticamente me arrastró hasta llegar al sofá.

- Los niños preguntaron por ti. - dije mirándolo. Él hizo una mueca y se rasco la nuca.

- ¿Qué les dijiste? - cuestiono mientras buscaba algo en el bolsillo de su pantalón.

- La verdad. - dije firme.

- Me alegro, no quiero mentirles en nada. - se recosto en el respaldo.

- ¿Y..? - estuve a punto de recordarle eso de lo cual nos había costado tanto hablar.

- De eso será después. - me miro serio con sus ojos color miel.

UNIÓN ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora