Pregnancy

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Cada que Wade salía de casa se preocupaba por si volvería con vida, no es que no confiara en su novio, pero su trabajo no era sencillo, odiaba dormir sólo, también odia las madrugadas porque aveces despertaba sobresaltado por las pesadillas en donde Wade era asesinado cruelmente, otra veces, odiaba el trabajo del rubio porque no se encontraba para satisfacerlo, por lo mismo, se veía obligado a usar un dildo, pero había un problema con usar dicho juguete sexual, después de cierto tiempo la mano comenzaba a dolerle o simplemente no encontraba la posición correcta, un día Wade llegó con un obsequio, Peter lo miró para luego decir "No es mi cumpleaños" aunque terminó rompiendo la envoltura para encontrarse un vibrador anal, él castaño se sonrojó y cuando Wade dijo "Así ya no tendrás las muñecas jodidas cuando me hagas una paja" el delgado, alto, persiguió al fortachón por toda la sala, hasta conseguir darle un pequeño golpe en la cabeza, al final ambos terminaron sobre el suelo riendo.

Después de tanto tiempo (exactamente 5 años) Wade creía que era tiempo de formar una familia, pero Peter no estaba seguro de ser capaces de cuidar de un pequeño, cada que Wilson tocaba el tema, Peter lo evadía. Además, no quería lucir como su vecino, él cuál esperaba un bebé.

Otra cosa que odiaba sobre el trabajo de Wade, es cuando este llegaba tan temprano, cinco o seis de la mañana, a veces tomaba un baño para quitarse la suciedad de encima o sino simplemente se acostaba a su lado y se dormía, de todas formas el sueño de Peter siempre se desvanecía al escuchar la puerta de la habitación abrirse, era una tortura despertar tan temprano todos los días.

Por alguna extraña razón, a Wade le encantaba vivir en un edificio dónde los vecinos son, drogadictos, abusivos, violentos entre otras cosas más, tal vez ese es el ambiente del mercenario, a Peter le hubiese gustado vivir en una linda casa en un vecindario tranquilo, en lugar de eso, tenía el escándalo que montaban sus vecinos.

Peter creía que a Wade le hacia falta un tornillo, pero igual lo ama tal y como es, con toda su locura por delante, se acostumbró a los comentarios sin sentido, al humor negro del mercenario, y sobre todo, a los comentarios sexuales. Fue fácil enamorarse de Wade, cuándo lo conoció Peter estaba pasando por un momento difícil, su tía había fallecido dejando a un adolescente de 17 años solo, no quería ir a una casa hogar, decidió huir, de todas formas nadie iba a buscarle, esa misma noche se topó con un hombre que iba básicamente ensangrentado, le dedicó una mirada para luego preguntarle que hacía en una zona tan peligrosa, agotado Peter le contó la razones por las cuales estaba huyendo, él hombre le ofreció hospedaje, él adolescente negó, ni siquiera conocía al hombre, y con la pinta que traía seguramente no se trataba de alguien bueno, pero el cansancio y hambre pudo más que cualquier cosa, siempre estaría feliz de haber aceptado quedarse en casa de Wade, porque descubrió lo maravilloso que puede llegar a ser.

Su hombro se movió con brusquedad, sacándolo de sus pensamientos, sus ojos se posaron sobre él rubio, este lo miraba confundido.

-Bebé ¿Te encuentras bien? Llevo más de media hora hablándote, un segundo más y marco al 911 -Las grandes manos del mercenario recorrieron el rostro del más joven.

-Estaba pensando

-¿En lo sexy que soy? -le dio un guiño a su pareja-. ¿en lo follable que eres? ¿O quieres cambiar de tema?

Peter rodó los ojos, se alejó de Wade y fue a sentarse al sofá, en segundos él mercenario llegó a su lado.

-Cielo, lo hemos hablado, no estamos listos para ser padres

-Peeeeero Pet, puedo imaginar a una niña tan preciosa como tu, por favor, te aseguro que seré el mejor papá del mundo

-No se trata de eso -ambos se miraron a los ojos -. Un bebé conlleva una gran responsabilidad, no estoy preparado para ello, un hijo es demasiado para mi

OS SPIDEYPOOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora