N I N E

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—¡Camila!—siento la voz de Marco.

Me giro hacia él y corro a abrazarlo.

—¿Que pasó?—pregunta examinadome

—Un idiota me robo mi bolso y me golpeó —explico secando mis lágrimas pero vuelven a salir.

—Que hijo de puta, vamos—dice llevándome hacia su auto.

Una vez que llegamos a su casa, luego del incómodo viaje. Me ayuda a curar mis heridas, seca mis lágrimas, acaricia mis manos pero aún así sigo sientiendome una inútil.

—Siento haberte molestado—me disculpo bajando mi cabeza.

Aún con fragmentos de la escena violenta y horrible de hace rato.

—No molestas, todo lo contrario—dice levantando mis rostro.

Puedo sentir su calor, estamos tan cerca uno del otro.

—Los chicos se fueron y estaba pérdida—sollozo. —Se llevo mis llaves, no podía volver al apartamento.

—No te preocupes, te puedes quedar aquí hasta que te sientas mejor—acaricia mi espalda.

Vuelvo a llorar. No quiero hacerlo, no al frente de él.

Siento sus brazos envolverme en un cálido abrazo y hundo mi cabeza en su cuello.

—Toma mi celular, llama a Milagros. Dile que yo te cuidaré, que esta todo bien—al soltarme, me entrega su aparato tecnológico.

Asiento y marco él numero de mi amiga.

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—Gracias Marco, por todo—le dijo sonriendo sin ganas.

—No agradezcas, estarás bien—siento sus dedos tocar mi labio lastimado.

—Jamás me paso en Argentina, vengo aquí y me roban todo lo que necesito. Ni un maldito mes duró lo poco que construí—dije haciendo referencia a mis trabajos de la universidad.

—Tranquila, te ayudare en los que necesites. Y tus amigos también, no estas sola.

Sonreí en forma de agradecimiento.

Siento su mano en mi mejilla, suavemente la acaricia. Todavía tengo una marca rojiza en toda la mejilla y al sentir su tacto, siento mi piel erizarse.

—Es un maldito..—susurra. —Y un poco hombre—

Cierro los ojos, mis lagrimas vuelven a salir. Joder, que sensible soy.
Empiezo a calmarme cuando siento unos labios sobre los mios, unos labios cálidos y suaves que me besan. Abro mis ojos y lo veo. Me esta besando.

Por un momento olvido todo lo sucedido. Es una sensación que jamás ante sentí. Se siente mas que bien.

Siento su tacto en mis manos, acariciando lentamente los moretones. Y me quejo un poco, él labio empieza a sangrar nuevamente y él se separa de mi.

—Lo siento, lo siento—se disculpa al notar la sangre. ¿O por besarme?

Negó rápidamente y agarro él algodón pasándolo por mi labio.

Argentinian Girl || Marco Asensio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora