Luz...

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El destino es curioso en todos sus aspectos. Si es que hay alguien arriba que nos da un camino, le encanta divertirse a costa de una pobre víctima que no tiene idea de su existencia, tal y como un león ataca a una gacela. Pero si realmente hubiera alguien ahí arriba tendrá que recordar a su progenitora y reprocharle muchas cosas. Odio esto. Yo misma trazo mi destino, solo yo.

5:

—Continuaré desde donde me quedé el viernes por la tarde, señora Martin. —mika me pasa un libro. —¿Reconoce usted este libro, señora Martin? El nombre de este libro es procedimientos durante el embarazo.

—No lo sé, ni lo recuerdo. —dice con la duda presente en sus ojos.

—Permítame recordarle, vaya a la página 369. —digo cuando lo dejo sobre el estrado. —Esta marcada con la pestaña roja. —ella abre la página. —¿Cómo se titula el capítulo?

—Cesáreas.

—¿Reconoce la letra de los márgenes?—donde están las notas. Ella niega como si no diera crédito a lo que ve. — Pase a la siguiente página. —lo hace pero regresa, está incrédula. —Este es su libro, Julia.

—Mi exmarido es doctor, puede ser suyo. —intenta librarse de la culpa.

—En este documento tengo una carta que escribió Julia Martin a su marido en su estadía en prisión y de este lado tengo un fragmento del diario escrito por ella misma durante su adolescencia. Podemos decir que son exactamente las mismas letras. —Mika se levanta y muestra al jurado ambas cosas y yo tomo el libro y también lo enseño para luego regresarlo a dónde estaba. —Este es su libro, usted lo compro para realizarle a Heater una cesárea pero algo salió mal y de pronto se encontraba sosteniendo en sus manos a lo que deseaba más que a nada en este mundo.

—No. Yo mate al bebé intencionalmente. —dice con seriedad.

—¿Realmente lo hizo? ¿Sabe que la forense descubrió que el bebé de Heater Watson tenía las costillas rotas al igual que ella?—me acerco a Mika y me entrega un dossier con fotografías que muestro al jurado. —El bebé tenía múltiples contusiones. —varios miembros del jurado no miran siquiera las fotos. Luego tomo otra particular, de Heater con marcas similares a las del bebé solo que menores, su cuerpo era más resistente.

—Si, sé que eso fue lo que dijo

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—Si, sé que eso fue lo que dijo. —dejo las fotos frente a ella y acaricia las del bebé.

—Yo sentía un impulso incontrolable...

—Quiza. —la interrumpo. —Pero no por matar al bebé sino para salvarlo. Usted le dió RCP al bebé y a la madre para salvarlo. ¿Sabe usted que después de la muerte de la madre, el bebé tarda un promedio de cinco minutos en quedarse sin oxígeno y finalmente morir? Por supuesto que lo sabe dado que usted es enfermera en maternidad. Usted hizo todo lo posible para salvar a ese bebé y por eso le rompió las costillas. Usted no intentaba matar al bebé, intento salvarlo.

Conviction III: BalanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora