Arlene.-¡AUCH! Duele, duele, duele. ¡Quita eso!
Pero que niña salió éste.
-Ay vamos, sólo es agua oxigenada.-Pasé la gasa por su labio.
-Pero duele.-Erick tenía el labio partido, y algunos que otros pequeños cortes en su cara. Estábamos en el baño, él sentado en el retrete y yo en un banco.
-Ya, espera falta poco. Déjame terminar.
Luego de llegar del centro comercial, lo llevé hasta mi casa. No iba a permitir que después de todo, él se fuera con las heridas frescas.
-Arlene, ¿Quién era él? ¿Por qué te llamó de esa manera?-Preguntó Erick con un tono de voz serio. En todo el camino a casa, no pronunció ni una palabra acerca de lo sucedido.-Eso de andarme peleando con un desconocido es algo nuevo, ¿sabes?-Habló de nuevo con un poco de diversión.
-Sólo es un idiota, no sabe lo que dice.-Seguí curando su labio. Por alguna extraña razón que desconozco, me quedé observando sus labios. Un tono rosado, realmente se veían bien.
Levante mi mirada y vi que él también estaba mirando mis labios. Yo traía aún la gasa en mis manos, pero esta vez, estaba en el aire.
Erick se fue acercando a mí, yo no podía moverme. Ya sentía su respiración chocar contra la mía. Se fue acercando más y yo no reaccionaba, no sabía qué hacer.
-E-erick, ¿qué tratas de hacer?-Logré articular, él no me respondió. En cambio tomó mis mejillas entre sus manos y rozó sus labios con los míos.
Un ruido proveniente de la planta de abajo se escuchó, no tomamos importancia y aún seguíamos en lo nuestro. Todo parecía en cámara lenta.
-¡Arlene, ya llegué! ¿Dónde estás? Traje pizz... ¿¡Qué creen que están haciendo!?
Yoandri entró al baño, debí pensar que fue él quien provocó el ruido. Rápidamente me separé de Erick, casi me caía, pero logré detenerme.
-Yo-yoandri, puedo expli...
-Erick, vete de acá. Ahora.-Me interrumpió.
-Yoandri, por favor, déjame explicarte.
-No, Arlene, vi lo suficiente. Ahora Erick, vete por favor, antes de que te saqué a patadas de acá.-Volvió a interrumpirme.
Y sin más Erick se marchó, no sin antes susurrarme un 'lo siento.'
-No puedo creerlo, hace apenas un día conoces a Erick y ya estás apunto de besarle. No te consideraba así. Eres una fácil.-Le di una bofetada, bastante fuerte, ya también resbalan lágrimas por mi mejilla. Me dolió mucho lo que me dijo. Yo no soy así. Yo no sabía cómo reaccionar. Simplemente se dio.
-Pequeña, lo siento, yo no...-Se tocó en dónde le di el golpe.
Salí de la casa hacía el parque, ignorando los llamados de Yoandri. No quería verlo.
Me hizo sentir peor, de algún modo recordé a los amigos de Joel, diciendo que era una zorra.
Llegué al parque, me senté en una banca mientras veía pasar a la gente, parejas felices, niños jugando. Todo perfecto. ¿Por qué mi vida no es así? Eso me ponía más triste. No poder ser felíz.
A lo lejos divise una silueta conocida en una banca un poco alejada, parece que estuviera limpiando sus lágrimas. Levantó la mirada y me vio. Me puse de pie lo más rápido posible y avance con dirección a mi casa.
Pero antes de poder doblar la esquina del parque, me tomó del brazo, haciéndome girar a verlo.-Tú no viste nada de esto, ¿quedó claro? Si no, te irá muy mal.-amenazó. Yo como siempre, permanecí inmóvil.-¿Escuchaste?
Me limité a asentir. ¿Por qué no puedo dejar pasar lo de Yoandri?
-¿Estás bien? ¿Pasa algo?-¿Enserio esta preguntando eso? Esto debe ser un sueño.No, no lo es.
-E-estoy bien.-Logré articular. Casi volviendo a llorar.
-Mira, no tengo todo el tiempo. O me dices qué te pasa o me voy.
-Vete, Zabdiel, no te necesito.-Di media vuelta y seguí con mi camino.
-Arlene...-Habló Zabdiel.-¿Puedo... puedo hablar contigo?
¿No ya lo esta haciendo?
-No tengo tiempo. Debo irme. No creo que quieras hablar conmigo, con una fracasada.
-Vamos... por favor, necesito hablar con alguien, mis amigos no son la mejor opción.
-¿Es-esto es de verdad? ¿Tú... quieres hablar conmigo?
-Sí, por favor.-Habló mientras unas lágrimas se asomaban por sus mejillas.
-Esta bien...-susurré.
¿Por qué conmigo? ¿Estará enfermo? ¿Realmente me está pidiendo a mí, Arlene Cabrera, hablar con él?
Definitivamente esto tiene que ser una broma.
-Yo, mi... mi novia me engaño.-Soltó Zabdiel casi sollozando. Esto no debería de estarmelo contando a mí. Él me odia. ¿cómo respondo a eso?
Oh... santa mierda.
-Zabdiel, no sé si sea correcto que me cuentes eso a mí. Tú me odias. Simplemente no puedes.
-Pero necesito contarle esto a alguien, joder. Ella era todo para mí. Pero, ¿sabes que fue lo peor?-Pauso para reír sarcásticamente, aunque sabía que estaba dolido.-Me engaño con su mejor amigo.
Los encontré... bueno, ya sabes, en el acto. Llevaba meses engañandome. ¿Cómo pudo ser capaz de hacerme algo así? La amaba Arlene, la amo.-Lloró. De algún modo causaba tristeza ver a alguien así. ¿Yo acaso me estoy preocupando por él?Algo si tendré en claro, yo no pagaré con la misma moneda. No importa si salgo herida, no seré como los demás, personas sin corazón y sentimientos.
-Ella no merecía tu amor. Y ahora, no merece tus lágrimas. No supo valorar el inmenso cariño y amor que le tenías. Ella no te merece.-sollozo en mi hombro.-Y si vas a llorar, que sea de la risa, cuando ella venga arrepentida a pedirte perdón si te ve y eres felíz con alguien más.
-¿Por qué eres tan buena conmigo, si yo contigo me comporto como la mierda?
-Yo no pagaré con la misma moneda. -me fui del parque con dirección hacia mi casa. Dejando a Zabdiel con la boca abierta.
❤❤❤❤❤
Jelou, from the other side... Ahre.
¿Piensas que Arlene hizo lo correcto con Zabdiel?
Esperamos que les haya gustado el maratón.
Dejen mucho amor.💕
-Litdia ✔
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Nothing But Time | Joel Pimentel |
Fanfiction¿Cliché? Tal vez, pero sera mejor que conozcas la historia.