Sentence 1

27 3 0
                                    

“Te quise maldecir; pero no pude, estoy viviendo tu perdición; Siendo sincero... Seamos reales. …No siempre te he querido, aveces; lo admito, te he dejado, lloré aquella tarde frente a ti, y tú como un astro le diste una sonrisa a la herida, seguro lo recuerdas, o tal ves no. Te veías muy hermosa en mi imaginación, te quise desde aquel día, en que se desvistió mi mente, cuando te abrí mi flor. Te mostré mi tristeza, toda la angustia, mí aflicción. Siempre te pensé, siempre te soñé, y viví asi buscando un solo rose de tu sombra. Fuimos amigos, te vi crecer, mas mis celos me hicieron corromper. Pasado ya el tiempo, me volví susceptible a ti, y te odié, te amé, y sufrí así. En verdad te queria, en realidad te anelaba, me moría por oír de tu boca decirme algo, mas te guardaste; así te fui odiando tiernamente, extrañándote con una absurda obsesión; pero vivímos el presente, que yo ya en el pasado no tengo jurisdicción... “Se me hizo costumbre pecar al verte, se me extasiaba la emoción. ” «Y te odio, te odio inmensamente, porque te quiero con obsesión; porque te detesto con la mente, jodidamente con pasión. » Y es que no hay kilómetro ni herida que me logre apartar de ti; la quiero tanto, tanto a morir, porque no hay nada en el mundo que ame mas que ver tu boba cara sonreír. Ya han pasado 3 años desde que te envíe mi primer carta, al parecer jamás la deseas responder; es nostálgico hablarte ante la sociedad como un típico amigo, cuando en realidad no te pienso así. Te he escrito 82 cartas y ya no hay mas rima en boca, ni sentido en mi escribir . Prefiero detestarte a perderte, porque aunque no te tengo te quiero, mas si te pierdo, te juro, me muero. Y en verdad no sabes la felicidad que siento al verte, más me parte, por quererte.Y debes entenderme, yo solo anhelo el tenerle, pero respeto vuestra decisión. No lamentes nada, nadie puede consolar este amor; yo te quiero así con la mente, con con Injundia y dolor. Y al amor propongo ponerlo a prueba, pues el verdadero amor jamás sucumbe ante la espera. Te deseo deberás, pero debo contenerme ante esta espera, te contemplare en la lejanía y adoraré odiarte así… Pero a ti amiga mía, espero guardes siempre, el dulce recuerdo, de aquella amiga que te amaba a tí. -

SENTENCES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora