Ella, valiente y dura, suave y dulce, escudriña con la mirada, sabe que la amo Me gusta escucharla, sin duda, siempre tiene algo que contarme. Miro su espalda, es bella; la tomo por sus manos, delicadas. Tomamos café, nos vemos en silencio. Ella sabe que la amo. Vamos por un helado de chocolate; le gusta el chocolate, es dulce. Ella es dulce, la miro disimuladamente la he desnudado varias veces; tres exactamente. Ella sabe que yo la amo. Todo tiempo tuyo, será de los mejores para mi. Pues mis ojos reflejan el claro deseo, de la alegría que implica amarte.