Existen personas que son felices, otras pues simplemente no lo están, hay quienes sonríen y no saben el porqué, también encontramos a quienes sonríen todo el tiempo ocultando tras eso el dolor emocional causante de penurias y tragedias, las llamo personas fuertes.
No sé qué opinas de la vida, pero créeme cuando te digo que a veces siento que somos un punto en la nada.
Las personas damos por sabida las situaciones en su totalidad. Dejamos de creer en aquello que nos decepcionó, le tememos a muchas cosas, le tememos al éxito, no, en serio no me equivoco, tanto le tememos que ni siquiera lo intentamos, estamos a la espera de que él nos encuentre, sin embargo la clave del éxito está en el fracaso. Anda, pruébate, cae y llora, solo que después debes levantarte, cuando pasas por esa ruta te darás cuenta de que estás aún más cerca que ayer.
Me conocen de varias formas, ya irás conociéndome de a poco.
Es jueves, no tengo clases, estoy reunida con unas amigas que no dejan de parlotear acerca de no sé qué. Deberíamos de estar estudiando para un examen importante pero bueno ya saben cómo es ésto.
— Chicas, creo prudente comenzar a leer las anotaciones antes de que se nos haga tarde — balbuceé al grupo de cotorras.
— Tienes razón, es hora — anunció Marly, es una de las mayores de nuestro selectivo grupo, tiene el cabello castaño, de tez clara y ojos color café, de carácter fuerte pero bastante risueña, como todos tiene sus días.
— De acuerdo — respondieron las demás y tomaron los libros.
— ¿Por qué me da tanto pánico al ver todas éstas páginas? — susurró Diana, ella es prácticamente la recién ingresada a nuestro clan, por así decirlo, es de estatura media, pelinegra de cabello rizado, tez clara y ojos oscuros. Le cuesta bastante la materia y decidimos ayudarla.
— Que comience el juego — rugió animosa Aramí, es la más apegada a mí, es alta, de figura esbelta de bella sonrisa e imponente carácter.
— Bien, debatiremos algunos de los temas que saldrán en la prueba — comencé a hojear los papeles frente a mí, mientras mis compañeras esperaban atentas a que comenzara la retroalimentación.
— Ya, quítate el suspenso ¨la llamada¨ y comienza de una vez. — vociferó Diana, reí en respuesta negando con la cabeza.
— Origen aparente del nervio hipogloso — dirigí mi mirada a cada una de ellas, esperando a que comprendan la pregunta sugerente en mi voz.
— Ah, emerge... de... ¿varios filetes? — preguntó Aramí con inseguridad, a lo que respondí con un asentimiento y un ademán con las manos para que prosiguiera. — ...de filetes por el surco pre olivar del bulbo raquídeo. — concluyó y sonrió victoriosa.
Así se nos fue la tarde, entre preguntas y respuestas dudosas.
Al concluir con mi lectura, me asomé por la ventana siendo atraída por la acuarela del atardecer, anonadada me quedé en completo silencio admirando la belleza de la naturaleza. Al cabo de unos minutos acabó la función atardecerística — sí, ya sé que no existe la palabra pero hacía mérito a que la dijera —, me di media vuelta para ir al comedor, pero por el rabillo del ojo una figura lejana llamó mi atención y permanecí quieta esperando a que se acercara.
A paso lento la figura se hacía más clara ante mi campo de visión, diferencié a un chico, alto de tez morena, cabello oscuro y sonrisa radiante, vestía una chaqueta de cuero que le quedaba muy bien, jeans y converse negra, dándole un aura de chico malo y un toque atractivo y vaya que lo era.
Lo seguí con la mirada hasta que de nuevo desapareció de mi vista por una esquina, miré por donde se había escondido el sol y negué con la cabeza reanudando la acción que debí haber hecho.
Preparé un emparedado y me lo comí, subí a mi habitación a ordenar los papeles y libros que debía de seguir leyendo. Repasé todo de nuevo, y me lancé a la cama. Sin darme cuenta caí rendida ante el sueño.
···········································
N/A: Bueno, es el primer capítulo espero que les haya gustado.
Lizza G.
ESTÁS LEYENDO
Pensando en voz alta.
Teen FictionNo sabemos lo que buscamos hasta que lo encontramos. Me llamo Melanie tengo 20 años de edad, entusiasta y activa, vivo una verdadera historia de películas, sin creerlo, sin saberlo, sin pedirlo, llega él, te haré un resumen de ésta odisea, pero debe...