Sus rodillas temblaron, amenazando con desconectarse y derrumbar al doctor, quien aún mantenía el aparato electrónico pegado a su oreja, escuchando el constante repiqueteo de una llamada finalizada.
Podía sentir como su corazón le humillaba y pisoteaba, recalcándole en cara que él tenía razón, que debió escucharlo y aceptar su realidad. Esa realidad que por su terquedad, colgaba de un fino hilo.
Pero Baekhyun no tenía tiempo para lamentarse, debía correr, mover viento y tierra para estar con él, una vez más la vida de Chanyeol colgaba en sus manos, y no se permitiría una estupidez más.
Dio grandes zancadas en dirección al despacho de su compañero fiel, rogando que dicho personaje se encontrara en el interior de esas cuatro paredes. Con desesperación tocó la superficie de madera, esperando con ansias esa respuesta afirmativa para cruzar, para su suerte fue lo que escucho. Abriéndose paso se internó a medio cuerpo, recibiendo una mueca de confusión por parte del cercano.
— Baekhyun ¿Qué sucede? — El nombrado en ágiles movimientos se deshizo de su bata médica, dejándola encima de la superficie del escritorio impropio.
— No tengo tiempo, te encargo a mi paciente de la habitación 102. — Se giró dispuesto a abandonar el lugar, cuando una mano cálida se posó en su hombro. Ladeó el rostro para encontrar otro que en muecas buscaba explicaciones.
— Dime qué sucede.
— Yixing, no tengo tiem... — Nuevamente fue interrumpido.
— No me gusta que me ocultes las cos... — Ahora el interrumpido fue él.
— ¡Joder, Yixing, está muriendo, debo irme! — Sin esperar alguna defensa por parte del allegado, se zafó exitosamente del agarre para emprender camino fuera del despacho, y del ambiente dudoso.
"Chanyeol" Su mente reproducía todas las sonrisas, "Chanyeol" todas las caricias, "Chanyeol" todos los besos robados, "¡Vive!".
Los finos rayos del sol cegaron su visión por un par de minutos, más no fue impedimento para que sus piernas dejaran de moverse a paso rápido, evitando a los pocos transeúntes que circulaban por su camino.
Apenas sus partes traseras tocaron el acolchado sillón de su automóvil, Baekhyun se percató de las innumerables gotas de sudor que se deslizaban con parsimonia por su cuello, frente y pecho, dentro de sus ropas ¿Cansancio por correr o por los nervios de perder al amor de su vida? No lo sabía, lo único que quería era ver esa mirada brillante una vez más.
Sus falanges titubearon al intentar tomar el móvil en su bolsillo trasero, provocando que su ya inexistente paciencia terminara por agotarse.
— ¡Concéntrate, maldita sea! — Su mente reaccionó a su autoregaño, logrando que, aunque fuese un poco, recuperó la estabilidad de su pulso.
Buscó en la agenda de las llamadas recientes ese número sin guardar, pulsando automáticamente "llamar" para llevarse de una vez el aparato a su oreja.
Un tono, dos tonos, tres tonos y Baekhyun podría morir de un infarto en su propio auto.
— "¿Señor Baek...?"— Ese día, Baekhyun no dejaba que nadie terminara de hablar.

ESTÁS LEYENDO
Síndrome de Cotard. » вaeĸyeol
FanfictionBaekhyun Cotard es un hombre que desde pequeño tuvo problemas de inseguridad; más logró superar sus expectativas convirtiéndose en un doctor de renombre, capaz de resolver cualquier tipo de miedo patológico o enfermedad "incurable". un nuevo pacient...