Sehun y tú

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No podía creer que esto había llegado después de tantos años detrás de él, por fin había prestado algo de atención en mí, ya no era una sombra a su espalda. Sehun por fin me había mirado, me había hablado y me había tocado. ¡Ya no era invisible! Pues tras cinco años siendo ignorada por él, algo de atención me venía bien.
Desde primero de la ESO me había fijado en él, pero claro quien se fijaría en una chica como yo, gordita,fea poco habladora, ignorada por todos. Haora a mis veinte años por fin el me a mirado, aunque a sido el culo. Pero al final de todo cuenta.
Tras dos años sin verle nos encontramos en una discoteca a las afueras de la ciudad.
Nuestra conversación fue apenas nula, pero si lo suficiente para acabar los dos el baño de los hombres. Fue extraño pues fue la primera vez que entraba con un hombre al baño, pero también es de admitir que fue divertido.
Mis amigas todavía no se lo creen, pues a ellas Sehun también les ignoro. El cull, el guay, el popular y un cuerno, me he acostado con hombres mejores que él, eso sí en una cama, en una encimera, en la ducha, pero no en un retrete.

Esta noche debe de ser increíble, él debe de ser increíble y yo una princesa algo guarra.
La noche se acerca mientras cubre el cielo con un manto oscuro.
El timbre suenay me dispongo a abrir la puerta. El se encuentra hay recostado en el marco, vestido de traje e corbata, con una rosa en la mano, mientras la huele ligeramente. Su nariz marfilada es digna de un dios, sus hombros anchos son perfectos para morder y arañar.

Una cena con apenas conversación procede, pero no me contengo y salto en el postre, me siento a horcajadas sobre él y lo beso, el no duda en agarrar mis caderas y forrar su miembro contra el mío. Gemimos en voz baja, pero no podemos evitar alterar nuestra respiración. Me carga hasta la habitación y me deposita en la cama. Durante minutos nos calentamos mutuamente, hasta que nos desacemos de la ropa. No hay condón, pero eso no es problema para mi, ¡bendito DIU!. Me alegra que su verga encaje en mi interior, sus movimientos son levemente mejores que los de la última vez. Entra y sale de mi hasta que lo obligo a parar, me posiciono encima suya y comienzo un vaivén lento para luego acelerar, me ayuda moviendo mi cadera más rápido, mientras que sus dedos se clavan en mi cadera.
La fiesta continua hasta altas horas de la madrugada. Siento un dulce sabor de boca, alegría, énfasis, placer, victoria. Una deuda, saldada. Tarde pero al final me vengó. Hace cuatro años en una fiesta yo andaba algo borracha, el también estaba allí así que decidí decirle mis sentimientos.

-Hey Sehun, Oh Según.- dije acercándome a su lado, este tenía un vaso con algo de alcohol.

-Hey, .....____.- pauso por un segundo hasta que se acordó de mi nombre.

-Oye Sehun, ¿podría decirte algo?- pregunté tímida mientras jugaba con una manga de mi jersey.

-Claro, no problem.

Lo guíe hacia una zona en la que no había mucha gente, allí nos sentamos en un sofá, y le conté que mis sentimientos eran fuertes por él. El en aquel momento apenas me dijo nada.
Días después todo el instituto se reía de mí, decían que quien me creía para hablar de Sehun. Las chicas me decían que no valía nada, que alguien con él nunca se fijaría el alguien como yo.
Pero ya sé que todo lo que decían era mentira. No voy a sacar fotos, no voy a decírselo a nadie más que a mis amigas, no voy a vengarme, simplemente me vale con saber, que valgo por mí misma. Que todo lo que me dijeron en adolescencia era mentira, que valgo, cómo es que no soy nadie quien no quiera ser.
Esta no noche a subido mi autoestima. Me siento mejor conmigo misma.
Me estrecha entre sus brazos y besa la cima de mi cabeza.

Lemon ExoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora