Chen y tú

3K 81 4
                                    

La pasión nos consume en un frenesí constaté de envestidas.
Su sonrisa gatuna y sus finos labios no son más que un reflejo de su belleza, aún recuerdo el director en que nos conocimos.

La lluvia empapó mi ropa y llego hasta calarme los huesos. Me refugié bajo una parada de autobús, y allí estaba el escuchando música con sus cascos ignorando todo a su alrededor, movía la cabeza de un lugar a otro mientras mantenía los ojos cerrados. Me dejé el móvil en casa así que decidí preguntarle la hora, toque su hombro y este pego un salto en respuesta. Miro a su alrededor y vio como la lluvia caía, con una mano quito sus cascos.

-¿Llueve?- pregunto mientras miraba el suelo asegurándose de que hubieran charcos.

-Si y además desde hace como quince minutos.- respondo sentandome a su lado,-¿Que hora es?- pregunto internado ver si tenia relog.

El joven miro su móvil.

-Las siete y diez.- respondió apagando su MP3.

-Mierda.- espeté, hacia diez minutos que había pasado el autobús que llevaba a una parada cerca de mi casa. Agobiada tire un poco de mi coleta.
El joven río en respuesta, negó con el rostro mientras se cruzaba de brazos para mirar al techo.

-No es gracioso, hasta dentro de una hora no pasará el siguiente autobús, vale.- dije subiendo un poco mi tono de voz coibida por la impotencia.

-Tranquila simplemente hay que esperar, el tiempo no se va a marchar como el autobús.- río el mismo de su propio chiste malo, malo, malísimo.
No rei simplemente le mostré una mueca de desagrado. El volvió a reír y se sentó en el sitio que nos separaba. Me prestó un casco y ambos nos pusimos a escuchar música, luego subimos juntos al autobús e bajamos en su parada.
Apenas llegamos a su ascensor, en la entrada de este ya nos encontrábamos enganchados por las boca, como si la vida nos fuera en ello. La noche paso entre risas he mimos pero nunca desapareció la ropa interior. Meses después ya vivíamos juntos y haora dos años después sigo adorando su sonrisa y sus malditos chistes malos.

No intento frenarlo solo sigo su ritmo, añoro cuando podíamos hacer esto toda los. Mi interior se convulsiona hayas que escucho unos lloros provenientes de la habitación de al lado. Chen se baja de encima mía y sopla.

-¿Vas tú o voy yo?- pregunta mientras sale de la cama, no le respondo pues parece que el ya sabe la respuesta.
Sale de la habitación y con cuidado le sigo, asomo la cabeza por la puerta de la habitación contigua, y lo observa cargando a nuestro hijo en brazos. Mi corazón se derrite con semejante escena, los dos hombres de mi vida juntos, la vida no puede ser mejor.
Se gira y me observa se hacerca e me da un casto beso.
Para mí si hay un final feliz.

En todas mis historias actualizaré cuando tenga cinco visitas. Gracias por leerme. Nos leeremos más tarde.

Lemon ExoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora