Xiumin y tú

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-Mama estoy embarazada.- digo sentándome en la mesa de la cocina mientras ella cocina.

-¿Hija donde tenías la cabeza?- pregunta ella poniendo sus manos en cada lado de mi cabeza, dejando la cocina descuidada.

-Pues entre la radio y el cambio de marchas.- respondo a decir verdad, es la verdad más pura y verdadera.

Era un lunes hacia ya dos semanas, yo me estaba alistando para cenar con él, íbamos a celebrar nuestros cinco meses de noviazgo, estaba tan feliz que me vestí con una top algo ligero para estar ya entrando en otoño. Baje a las siete ya que el me estaba esperando en la puerta con el coche listo para salir corriendo y que a mi madre no le diera tiempo a invitarlo a entrar. Salimos y llegamos a una playa en la que paseamos, Xiumin preparo un pequeño picnic y nos pusimos entre las rocas. Saco fresas para darnolas mutuamente, pasamos de comer frutas a comernos mutuamente, entre beso y beso el me cargó y me llegó hasta el coche. Entramos en la parte delantera ya que el coche era un tres puertas y para entrar detrás debías de tirar para adelante los primeros. Con una mano Xiumin me agarraba e sostenía encima suya a horcajadas, la otra buscaba el botón que bajaba el sillón para ir detrás. Tras un par de intentos se frustro e me bajo de encima suya para buscar el botón, le mire y vi como el bulto de su pantalón latía ansiando ser liberado, comience a masajearlo con la mano, Xiumin paro y me miro, aparte la mano pero el la llevo de vuelta. Yo sin pensarlo continúe, el cerro sus ojitos para comenzar a gemir en voz baja, lleve mi mano contraria hasta el botón del sillón y este callo hacia tras con Xiumin encima, él me miro haciendo un mojin. Me acerqué arastrandome un poco hasta que me puse encima suya de nuevo. Comenze a sacarle la camisa y en poco tiempo los dos acabamos desnudos. No entraba en mi interior pero tanteaba mi entrada rozando su miembro contra esta. Me frustre así que lo agarre por el y lo guíe hasta mi entrada sentandome lentamente encima de él, disfrutando de cada pulgada. El me clavo las manos en la cadera para ayudarme. Los cristales se comenzaron a empañar por culpa de nuestra respiración. Era tan fantástico, tan dulce que me nos sentíamos en el cielo y por culpa de ello el se vino dentro de mi, todo a mi alrededor estallo en cientos de colores. Una semana después tuve un retraso así que decidí hacerme un test de embarazo. Positivo, rosa. Dios.

-¿____ me oyes?- pregunta mi madre pasando una mano por mi rostro.

-Claro.- respondí intentando atender.



Pasense por el resto de mis historias, gracias. Se les quiere. Si tienen alguna duda pregúnteme.

Lemon ExoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora