" Por favor, no vuelvas a dejarme solo nunca mas" (4)

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Pasaron semanas para que pudiera volver a verte.
Llegaste y no me saludaste, me pareció extraño pero lo deje pasar.
Pero tampoco me hablaste en todo el día y también lo deje pasar, todos tenemos malos días y a veces no queremos hablar con nadie.
Pero mierda, ese día se convirtió en otro mas, y en otro y otro más. No se que te sucedía así que me acerque cuando estabas con tu grupo de amigos, mala idea.
Estaba conformado por dos chicas y tres chicos, incluyéndote.
Una de ellas estaba sentada encima tuyo, no hice nada por que solo somos amigos y es normal que tengas novia, no hay razones para ponerme mal por que no siento nada por ti.
–Gabriel, ¿Podemos hablar?
El tiempo se detuvo y no literalmente.
Todos voltearon a verte y puedo jurar que estabas duro.
No entendí por que. No entendía por que parecía ser extraño que yo hablara contigo.
–Vete de aquí, maldito homosexual.
Dolor.
Mucho dolor.
Me quede quieto, sintiendo un calor en mis mejillas. Sintiendo como los ojos se me llenaban de lagrimas y tu, tu solo me mirabas.
Parecías enojado pero tus ojos, mierda tus ojos decían otra cosa.
Me di vuelta y me fui a casa, al llegar, lloré hasta quedarme dormido. Pensando que hice mal, si nunca te di señales de ser gay.

Pasaron unos meses y en la escuela se rumoreaba que era gay, rumores que tu creaste y mierda que dolían.
Todo el tiempo estabas con aquella chica. Era rubia y tenia el cabello largo. Estaba pegada a ti todo el tiempo, todo el maldito tiempo.
Mierda, la odio tanto.
No hablamos mas hasta que, por jugadas de la vida, nuestras madres estaban en el supermercado.
Ambas se saludaron felices y supe que no podía arruinar las cosas en ese momento.
Te salude y tu a mi. Nuestras madres nos mandaron a buscar galletas y verduras.
De camino a la sección de galletas te detuviste en la de juguetes.
No quería ver los juguetes contigo, estaba enojado. Muy enojado.
Pero tampoco como si me invitaste a verlos con vos.
Así que seguí de largo y busque las malditas galletas.
Cuando estaba volviendo con las galletas me agarraste de la mano.
De.La.Mano.
No del brazo, de la mano.
–Alex por favor perdóname. Lo siento desde el momento en que la palabra salió de mi boca y juro que si pudiera volver el tiempo atrás y no decirlo lo haría pero ya lo dije y trate de remediarlo pero solo lo empeore. Por favor, perdóname.
No, estaba enojado y de mi boca salió lo primero que se me cruzo.
—Sabes que, que te perdone no va a quitar el hecho de que todos crean que soy un maldito homosexual. Así que vete al infierno Gabriel.
Me fui muy orgulloso de mi respuesta pero por dentro, por dentro quería ir corriendo hacia ti y abrazarte mientras te decía "Por favor, no vuelvas a dejarme solo nunca mas".
La había cagado y lo sabia pero bueno... la había cagado.

The Boys don't like Others Boys (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora