|BS&T|

24 0 0
                                    

El cielo se colocó de un color grisáceo inundándose cada vez de más y más nubes.
El clima era fresco y el viento soplaba tan fuerte como acostumbraba.
Habían pasado Tres años desde su partida en corea, y recordarlo le hacía hervir la sangre, igual ya no importaba.

Jugueteó con el borde de su falda, sentada en aquella  habitación simplemente adornada con un escritorio y un sofá de color negro como la noche, la ventana se encontraba cerrada pero desde ahí se podía divisar el cielo nublado. Desde su posición podía apreciar claramente los miles de cuadros que estaban pegados en la pared, y el armario lleno de libros con palabras en el título que ni siquiera entendía.
No le preocupaba tampoco, no era como que le interesara.
La puerta crujió mientras se abría y dejaba pasar al hombre que se encargaba de representarla, con el típico vestuario de elegancia, y aquel significativo deje de superioridad.
Y aunque su personalidad era todo lo contrario, la mayoría podía darse el lujo de tenerle miedo.

-Saeron- pronuncia con su voz ronca tomando el lugar frente a ella. Ella sintió un terrible escalofrío recorrer desde su espalda hasta su cabeza, miró de soslayo como aquel hombre la escaneaba de pies a cabeza. Estaba segura de que algo así sucedería más a menudo, aquel hombre era un adicto a la perfección y era capaz de hacer lo que quiera por ello.
-Si- respondió ella con la mirada puesta en el suelo.
El hombre negó repetidas veces en desaprobación.
-Saeron serás nuestra próxima MC-
La castaña miró debajo de sus gruesas pestañas como el hombre daba pequeños circulitos por todo su cuerpo.

Eso sólo significaba una cosa.

Estaba perdida.

-Tienes que recompensarme-
El sólo sonido de aquella palabra le hizo tensarse en su lugar, estaba perdida de nuevo.
Trago grueso cuando él se acercó y se sentó a su lado.
Su lengua pasó seductora por sus gruesos labios, aquellos eran de un color rosa descomunal y su estómago se revolvió dentro de ella.
El corazón, aquel pedazo de músculo se desconsoló al sentir el tacto de su mano estrechar su pierna izquierda.
No se movió siquiera, no era cono si alguien pudiese entrar y llevársela de ahí.

-Recompensarlo- murmuró.
El hombre sonrió asintiendo. Ella no hacía nada porque muy en el fondo le gustaba, le gustaba sentirse de esa manera, tan sucia y libre, pero al mismo tiempo le asustaba, no era la primera vez, claro que no.
Habían tenido un par de encuentros anteriores, esa era la explicación.
¿Pero cómo liberarse de ello ahora?

-Ajam- ronroneó el de cabello negro.
Su nariz encontró aquel camino por su cuello.
acariciando con la lengua tan lenta y dolorosamente que ardía. Sus labios producían aquel sonido ensordecedor después de succionarla un poco.
Movió su cabeza hacia un lado dándole entrada al mayor para que hiciese lo quisiera.
El cosquilleo que venía desde sus piernas de centraron en un lugar exacto, y no precisamente en su cuello.
Sintió como su estomago se apretujaba y se abrazaba junto a sus pulmones. Tampoco quería respirar, le costaba hasta pensar, estaba siendo poseída por aquel demonio llamado pasión.
Ansiaba ser corrompida de nuevo por aquel adonis.
Y sabia que de cierta, no, de muchas formas.
Lo que pasaba por su cabecita estaba muy mal.

-¿Debería?-





PRÓXIMAMENTE.

FIRE©/ Jjk+Pjm.✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora