FIRE©/ Jjk+Pjm.✿

"But, I miss you"

Es increíble cómo de un día para otro las cosas cambian, las ojas caen, las flores se marchitan y el agua se calienta, pero cada cosa tiene un proceso, lo peor sería cuando no tienes ni idea de el qué sucederá, un momento puedes decir "voy a esperarte" pero al siguiente decir, "no hay tiempo, nos vemos luego",
O bien puedes decir, "siempre juntos" y luego marcharte sin mirar atrás.

Siquiera volteaste a verme, despues de la corta despedida sin más te has ido, me has abandonando después de prometerme que jamas te irías, que estarías ahí para mi, que seríamos siempre tu y yo.
Asi son las cosas.
Pronto desde tu partida las cosas se fueron para abajo,
Tu partida se llevó mi felicidad, dejando en ella la promesa de volver a vernos, y es que siempre creí que así sería.
Que volverías, y todo regresaría a ser como solía serlo antes, nos agradeceríamos la gran espera, nos abrazaríamos, y nunca jamás volveríamos a separarnos, pero... Regresar ya mo estaba en tus planes.

-¡Park hye jin!, ¿Podrías pasarme la salsa?-el sonido de la aguda voz de mi acompañante me saca de mis pensamientos, causandome un leve erizo en la piel, y es que a veces suele ser tan aguda y molestosa.
-Toma- sonrió.
-Gracias, y como te decía, la fiesta va a estar de poca, te la vas a pasar increible, claro, si es que aceptas ir, obvio-¿lleva hablando desde hace mucho? O apenas está comenzando.
-De... Qué fiesta hablas- murmuro más para mí que para ella.
-La fiesta, de suri, va a estar de poca... ¿Qué acaso no estabas escuchandome?-su nerviososmo hace que me sienta mal, y de alguna forma me arrepiento de no ponerle atención a veces suelo ser tan distraída con mis propios pensamientos.
-Si voy, digo, no tengo nada que hacer, mamá regresa la semana que viene y olga no me lo prohíbe- claro que, una que otra salidita no me vendría mal.
-Bien, entonces vamos por ropa, ¡va a ser increible!-grita ella poniendose de pie, al instabte sonrío al verla tan emocionada, es mi mejor amiga, y verla así me alegra, después de todo el sufrimiento, uno siempre merese ser felíz ¿no?.

Pasamos por tiendas que ni yo misma conocía,
Sacando de todo, y la tarde había pasado entre risas, gritos y alegrías.
Nos encontramo cerca de una heladería, como cualquier adolecente decidimos comparar un par, de hecho, la de la idea fuí yo, y como por arte de magia, pff aqui estábamos sentadas disfrutando de la deliciosa golosina.

-Me alegra que lo hayas olvidado- sonrió ella mientras le daba un lametaso a su helado de fresa. Mi pulso se aceleró y sentí que mi corazón dejó de funcionar, la piel se me erizó, y mi respiración comenzó a hacerse pesada. El tema es un poco difícil aún para mí, y aunque no quiera aceptarlo. Me duele.

-No lo eh hecho, aunque quiera, su simple existencia en algún lugar del mundo me lastima, no puedo dejar de pensarlo, una y otra vez, temiendo a que en realidad me haya olvidado, y es que yo aun puedo visualizar su rostro- una lágrima se escapó de mis ojos- y tengo miedo de olvidarlo algún día, no voy a superarlo jamás, aunque desde entonces haya pasado tiempo, le hize una promesa, y yo si voy a cumplirla.

-hyejin-shi, te quiero nena, sin embargo tu más que nadie sabe que ya no volverá, jamás te dio señales de vida, y sería realmente extraño que de un día para otro apareciera frente a tu puerta para decirte que siempre si te extrañó, las cosas no van asi hye, y aunque me duela decirtelo es la verdad, si el realmente hubiese sido tu mejor amigo, hubiese seguido en contacto contigo, pero no fué así, ni un amigo haría eso, no estoy de acuerdo con eso, vamos nena, tenemos que arreglarte para esa fiesta-hizo una pausa- Perdóname por tocar éste tema, se que te duele, y no pense en eso.

-No te preocupes cariño, esta bien, se que nunca voy a superarlo pero en sierto modo tienes razón, aún así sé que algún día regresará, y ahí estaré yo para resivirlo con los brazos abiertos.

La morena sonrió y dispuesta a hacerme olvidar el mal rato, toma mi mano y tira de ella en dirección a su departamento, después de todo, la fiesta aun nos espera.
Caminamos lentamente hasta cruzar la penúltima calle que queda frente a su departamento, sonrío por inercia, y volteo, donde una cabellera negra atrapa mi atención, el color. Esa cabellera. Es.... Él.