...-Es aquí.- Indicó el guardia.
-Gracias.
En cuanto el hombre se fue, dirigió su vista al interior de la celda.
Ante sus ojos se presentó un cuadro deprimente, la morena se encontraba en un rincón abrazándose a ella misma y llorando descontroladamente.
Ver aquella escena causó estragos en su sensible corazón.
La situación no era sencilla.
A la morena no le importaba tanto el hecho de estar en la cárcel, lo que la destruía era que la habían separado de su bebé.
Se acercó a la otra y la rodeó con sus brazos en un intento por darle consuelo.
-Tranquila, todo va a estar bien.- Habló dulcemente.
Normani la miró, estaba sorprendida, no esperaba verla ahí.
-Podemos irnos.- La ayudó a ponerse de pie.
-Pero...
Ally la interrumpió.
-Tú no te preocupes, ya arreglé todo.- Le sonrió con la intención de calmarla y transmitirle seguridad.
Cuando iban en el auto a la más bajita se le ocurrió preguntar.
-¿Qué sucedió?- Quiso saber.
La morena se tomó unos segundos para contestar.
-Estaba esperando a que Dinah volviera para ofrecerle una disculpa...- Comenzó su relato. -Ella regresó una hora después acompañada de varios policías... me acusó de haber robado a su hija y ellos me detuvieron.- Finalizó.
-Eso es una estupidez.- Golpeó el volante frustrada.
Le enfermaba saber las asquerosidades que se cometían sólo por dinero y abuso de poder.
Decidió cortar la conversación, de otra manera su enojo e impotencia aumentarían y no quería eso, necesitaba pensar con la cabeza fría para poder ayudar a la morena.
[…]
-Hemos venido a negociar.- Musitó seria.
-Yo no...
La más bajita alzó su mano en señal de que no hablara y Normani por alguna razón le hizo caso.
Dinah soltó una risa irónica.
-Así que negociar...- Repitió con una sonrisa burlona. -No tengo disposición para ello.- Dijo desinteresada mientras miraba sus uñas.
Ally ignoró su actitud infantil.
-Dejarás vivir a Normani en esta casa.- Determinó.
La chica de piel chocolatosa negó con la cabeza.
-¿Y por qué tendría que hacerlo?- Preguntó con arrogancia.
-Entonces devuélvele a su hija.
-Eso jamás.
-Tienes dos opciones. Tú eliges.
-¿Y si me niego a ambas?- Cuestionó en un tono venenoso. -Claramente lo que escoja la favorecerá a ella.
-Si no le devuelves a su hija yo misma te demandaré.- Amenazó.
-¿Qué te sucede? ¿Por qué la defiendes a ella? Yo soy tu amiga.- Reprochó.
-Por supuesto que lo eres y te quiero mucho, pero estás actuando mal, no puedes arrebatarle a su hija de esa manera.
La polinesia tomó una respiración profunda.
-Puede quedarse.- Murmuró entre dientes.
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Coming back to you
RandomDinah y Normani se "conocen" por una situación algo extraña, al principio hay una evidente hostilidad entre ellas pero... ¿eso podría cambiar? #112 en Historia Corta (Enero 2018)