Capítulo 3

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4:08 p.m

A las diez y media Sofía y yo subimos de nuevo a la habitación, pasamos el camino en silencio, fue raro no tener nada de lo que hablar, mamá dice que yo soy muy sociable, tengo muchos amigos. Al llegar Sofía se ha ido no sé a dónde, y me he quedado sola hasta que ha llegado el doctor Smith. Ha sido muy puntual, y yo estaba muy aburrida, aquí no hay mucho que hacer así que había estado todo el rato mirando por la ventana pensando en mamá y papá.

Ahora mismo estamos en un pasillo, hemos caminado por todo el centro y ya estoy cansada de dar vueltas. Él me había dicho que iba a enseñarme el centro y lo ha hecho. Me ha llevad0 por todas partes y ahora, aunque me duelan los pies este lugar no me resulta tan desconocido.

― Por último, está la cuarta planta, y allí tampoco puedes estar sin un adulto. ¿Lo has entendido?

Asiento con la cabeza.

El doctor Smith también me dicho los sitios a los que no debo ir, he hecho una pequeña lista en mi cabeza con los siguientes lugares.

No puedo subir a la sexta planta porqué la están reformando y podría molestar a los trabajadores.

1. No puedo ir a la capilla. Dice que es peligroso y los niños no tendrían que estar allí.

2. No puedo entrar al gimnasio, es solo para mayores.

3. No puedo ir sola tampoco al jardín.

4. No puedo estar en la cuarta planta. Es solo para gente más mayor y podría ser peligroso.

5. Y lo más importante, está prohibidísimo entrar a la sala 136. El doctor Smith no me ha dicho por qué.

Tengo curiosidad por saber qué habrá detrás de todos esos lugares prohibidos. ¿Cuál será la razón por la que no me dejan entrar?

― Ahora Jane, voy a enseñarte mi despacho. ―Dice señalando una puerta― Aquí es dónde tu y yo hablaremos y me contarás cómo te sientes o lo que a ti te apetezca en general. ¿Te parece bien?

Asiento con la cabeza.

―Entonces perfecto. Todos los días a las once en punto vendremos aquí. Será divertido.

Saca una llave de su bolsillo y abre la puerta, el interior es muy grande, las paredes son de un color azul claro muy bonito, también hay algunos cuadros bastante graciosos, me gustan y quedan muy bien. Hay una gran estantería de color blanco, en los primeros estantes hay juegos de mesa y muchas hojas para colorear, los últimos están llenos de libros y carpetas mezclados, colocados de una forma un tanto desordenada pero bonita. También, al lado de la estantería, hay un baúl lleno de juguetes y una pequeña mesa con puzzles y una muñeca de trapo.

La habitación es increible, ¡me gusta mucho! Por otra parte, hay unos cuantos archivadores junto al baúl y una ventana al fondo que tiene las cortinas de color blanco con estrellas grises de fondo. Al fondo del cuarto hay un escritorio, donde encima de él hay un ordenador portátil y algunas libretas por encima. Hay dos sillas en cada esquina, una es de color verde y la otra, más grande, de color negro.

― ¿Te gusta, Jane? ―Pregunta él poniendo una mano encima de mi hombro.

Asiento varias veces con la cabeza. Me encanta, es como si fuera mi habitación.

―¿Qué te parece si te sientas donde te apetezca y me cuentas cómo ha ido todo?―Añade de nuevo.

Nos dirigimos hacia el escritorio y me siento en la silla de color verde, él se sienta en frente mío, se agacha para abrir unos cajones y saca unas hojas en blanco y lápices de colores. Seguidamente, se pone las gafas y coje una libreta y un bolígrafo.

¿Quién soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora