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Me desperté por el sonido de una bocina de auto, me levanté de la cama y me asomé por la ventana. Ahí yacía Bowers en su auto mientras seguía pitando.

-¡Aún no estoy lista!- grité.

Él bufó y me sacó el dedo del medio, rodé los ojos. Entré al baño, me desvestí y me metí a la ducha. Hice lo que hago normalmente al momento de bañarme, terminé y salí para ponerme una toalla alrededor del cuerpo. De pronto escuché un ruido venir de la tubería, fui a ver que era y vi un líquido negro salir de ahí, que rápidamente se transformó en un especie de humanoide raro y baboso, rugió y salí corriendo asustada del baño.

-Mamá- tartamudeé.

Cerré la puerta del baño y vi como un globo rojo subía por si solo en las escaleras.

-Mamá- volví a decir esta vez mas asustada.

Una vez que el globo llegó arriba explotó y de ahí salió la cosa negra de nuevo.

-¡Mamá!- grité esta vez y mi madre salió de su habitación con cara de adormilada.

-¿Qué quieres? Dejame dormir, no vez que me la paso todo el día trabajando como para que vengas e interrumpas la poca siesta que puedo tener- dice enojada.

-Pero el mounstro- tartamudeo tirada en el suelo.

-El único mounstruo eres tú Anna, vete a la escuela ya- dijo y se encerró de nuevo en su habitación.

Suspiré, me fui a poner ropa, tomé mi mochila y salí de casa. Henry y los demás se habían ido, ahora me tocaba ir a la escuela caminando.

Pensaba asustada lo que podría ser esa cosa y si me perseguiría toda la vida. Por suerte en el camino no me lo encontré y pude llegar a salvo a la escuela.

Caminaba por el pasillo principal tan metida en mis pensamientos que me tropecé con una mochila y todos mis libros cayeron al suelo.

-Boba- susurré y empecé a recoger mis libros.

Hasta que sentí que alguien estaba encima de mí, volteé encontrándome con unos bonitos ojos verdes, me hubiera gustado verlos todo el día, si su propietario no me habría dejado en vergüenza frente a todos.

Fruncí el ceño y golpeé su cara con uno de mis libros, el chico castaño se sobaba la mejilla mientras sus amigos se reían y un chico de cabello ruloso lo levantaba del suelo. Recogí mis libros y me fui rápidamente mientras todos reían y aquel chico gritaba "Fue Richie".

[...]

Las clases transcurrieron normales y al momento del receso me senté con Gretta y sus amigas ya que Henry y los chicos habían desaparecido dejándome sola.

-Hey- sonreí, ella me miró sonriente.

-Hola Anna- dice ella y sus amigas la imitan.

-¿Me puedo sentar contigo?- pregunté y ella asintió con una sonrisa falsa.

Tomé asiento a su lado y me dispuse a comer mi sándwich.

-¿Porque te sentaste con nosotras ? Creí que eras amiga de Henry...-dice Tisha mirandome interesada.

-Lo soy, pero no lo encuentro.

Ella asiente y empiezan a hablar entre ellas. Termino mi sándwich, me levanto y dejo mi bandeja donde corresponde. Diviso al chico de la mañana y sus amigos en una mesa alejada de todos los demás. Son los perdedores. Empiezo a caminar hacia ellos. Los chicos que estaban cerca me miraban asustados, era algo de esperarse, juntarme con Henry no me daba reputación de buena persona.

-Hey- digo recargandome en la mesa.

Los chicos me miran asustados. Volteo a mis lados, ahí estaban Belch y Víctor.

-¿Que pasó?- pregunto mirándolos.

-Henry quiere hablar contigo- dice Víctor, Belch le hace caras a los chicos.

-Luego hablaré con ustedes- murmuro mirándolos, ellos asienten menos el chico de la mañana, el tartamudo.

Le guiño el ojo y sigo a los dos mayores.

-¿Que pasa?- pregunto subiendome al auto de Víctor, mejor dicho, de el padre del antes mencionado.

-Necesito que hagas algo por mi- dice Henry mirándome por el retrovisor.

Victor había arrancado y al parecer íbamos a casa de Bowers.

-¿Que cosa?- pregunto confundida.

-Necesito que te hagas amiga de la zorra, y que la hagas sufrir luego.

-Yo creo que la chica tiene suficiente- murmuro- Y aun así, ¿para que haría eso?

-Porque yo lo digo, y no puedes fallar, tengo mucho que contar sobre ti- dice volteando a verme desafiante.

-Yo también, así que no te conviene meterte conmigo- murmuro acercándome amenazante.

-Rayos, haz creado a un monstruo- murmura Patrick.

-Bien jugado- dice Henry acomodándose en su asiento- Aún así lo harás.

-¿Me vas a pagar?- pregunto incrédula.

-¿Cuanto quieres?- dice volteando a verme.

-¿Qué?- exclama Belch- A mi nunca me has pagado.

Le sonrió con superioridad, Víctor estaciona el auto y todos bajamos.

-¿Está tu padre?- pregunta Patrick estirándose.

-Más vale que no- murmura Henry.

-Acepta que le tienes miedo- susurro detrás de el.

Henry voltea molesto y me toma fuertemente del cuello. Lo miro desafiante.

-Hazlo- digo sonriendo.

Empieza a apretar más fuerte. Tiro una patada en sus partes íntimas y el se agacha con cara de dolor. Liberándome.

-¡Hey!- exclama Víctor alejando a Henry de mi.

-Marica- digo sonriendo, Henry rueda los ojos.

-¿Que haremos en vacaciones?- pregunta Víctor una vez que entramos a casa de Henry.

-Molestar niños, como siempre- murmuro aburrida.

-Es divertido, en especial con los perdedores- dice Belch- Por cierto, ¿que hacías con ellos?

-Solo pasaba a saludarlos- digo encendiendo el pequeño televisor.

-¿Desde cuando saludamos a nuestras víctimas?- pregunta Patrick incredulo abriendo una cerveza, supongo del papá de Henry.

-Yo no soy como ustedes, es decir, me gusta molestarlos a veces, pero también hay ocasiones en que es suficiente.

-Seguro- susurra Henry sin creerme.

Ruedo los ojos con desesperación, le arrebato la cerveza a Patrick y le doy un trago.

-Sabe a mierda- digo asqueada.

-Perdón señorita- dice tomando de nuevo su bebida.

Se escucha un carro afuera de la casa. Patrick tira la bebida rápidamente, todos hacemos como si nada hubiera pasado y nos disponemos a ver la televisión.

-Buenas tardes- saludo sonriendo al padre de Henry una vez que entró, el solo asintió y subió rápidamente las escaleras.

Miré a Henry y este solo miraba la televisión con los puños apretados.

-Debo irme- digo poniéndome de pie.

-Que te vaya bien- dice Belch palmeando mi hombro.

Salgo de la casa y empiezo a caminar hacia la mia, la cual estaba bastante lejos. En el camino pasé por la calle Neibolt, donde estaba esa tenebrosa casa, la miré con detenimiento. De pronto la puerta se abrió.

-Mierda- susurré y empecé a correr.

I know, esta diferente, y lo estoy subiendo de nuevo, pero es que había perdido el hilo de la historia, además de que ya no me convencía del todo la historia. So, ahora será mejor.

c o n t r o l //Bill Denbrough//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora