Parte 4. ¿Amor verdadero?

8 1 0
                                    

En el camino a casa pensaba en lo que había pasado, fue muy real, no pudo ser un sueño. Pero, por un momento se detuvo por un flashback que llegó a su mente. Un recuerdo de cuando tenía diez años y estaba dormida, un ser al cual no podía verle el rostro porque estaba cubierto con una capa negra, la seguía por todos lados, sentía como todo su cuerpo dolía y sus pies ardían, pero gracias a Dios había despertado, entre gritos y llantos. Todo comenzaba a tomar sentido, tenía diez años cuando pasó eso, ya habían pasado otros diez, el demonio... la señora tenía en parte razón, pero ¿Cómo lo sabía?

Corrió hasta la plaza donde había visto a la señora, esperaba encontrarla. Por fortuna aún seguía ahí. Habló por un momento con ella, contándole todo lo que había pasado, desde el sueño que había tenido a los diez años, hasta lo que había pasado con su gato.

La señora al parecer hacía magia blanca, le explicó que ella también era víctima del demonio de los sueños, estuvo a punto de matarla, pero gracias a sus conjuros y pociones, había logrado evitarlo. Supo que Frida estaba en riesgo de que el demonio le hiciera daño, porque tenía el don de leer la mente.

-Veo en ti que eres una persona pura y bondadosa, no entiendo cómo ese demonio pudo elegirte a ti. Por eso también quiero ayudarte, es algo que no se lo desearía ni a mi peor enemigo. Claro, no pienso involucrarte en mis magias para vencerlo, encontré algo muy simple que puede ayudarte a vencerlo, algo que muy tarde descubrí.

- ¿A que se refiere con algo? -Dijo Frida con los ojos muy abiertos.

-El amor querida, el verdadero amor logrará vencerlo. Todos tenemos a nuestra mitad, muchas veces es difícil encontrarla, pero esa persona existe, sin importar que esté del otro lado del mundo. Pero a ti te ayudaré...

-Tengo una pregunta -La señora asintió - ¿Cómo saber si alguien es mi verdadero amor?

-Muy sencillo, .

Frida llegó a casa, las palabras de la señora se repetían en su cabeza una a una. Comenzaba a sentir miedo. Entró a la habitación, Sebastián seguía dormido, se deshizo de sus zapatos y se recostó a su lado.

"¿Sebastián será mi amor verdadero?"


Ojos avellanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora