Capítulo 6

75 3 0
                                    

Taylor se incorporó en la cama, con las piernas cruzadas.

- Joder... Me duele muchísimo la cabeza. - dijo con un tono de voz cansado.

- Normal... Es que ayer te pusiste..., como para no estar con resaca. - dije en un tono irónico.

Me volvió a sonar el teléfono, lo cogí.

- ¿Quién es? - pregunté, era obvio, ya que me salía en la pantalla del teléfono "Dylan", pero siempre pregunto "quien es", excepto a mi madre.

- Dylan. Buenos días - podía notar como le salía una sonrisita de lado, al decir esas palabras.

- Buenos días - le respondí.

- Te llamo para saber que tal estáis, como ayer te fuiste tan derrepente... - me dijo

- Ah, gracias, ya está mejor, con un poco de resaca, pero mejor.

- Que bien - me dijo

Hubo un pequeño rato de silencio, fue súper incómodo, hasta que...

- Emily, en realidad te llamaba, porque me gustaría hablar contigo. - me dijo un poco avergonzado.

- ¿Hablar conmigo?, ¿sobre qué? - le respondí confusa.

- Si, contigo, sobre lo que pasó ayer.

- Ah. - fue lo único que se me ocurrió decir.

- ¿Quieres que quedemos hoy? - me preguntó

- Vale, ¿a la hora de comer te viene bien? - le pregunté.

- Si, si, perfecto, te recojo a las dos en la puerta de tu casa.

- Adiós.

- Adiós. Te quiero. - se despidió de mi.

Eran las 13:30 h, quedaban 30 min para que viniera.

Me fui al baño, me quité el pijama y me adentré en la ducha, cogí mi gel favorito, de chocolate y me duché. Tardé tan solo 5 min, me puse una toalla enrollada en mi cuerpo y sujetada en mi pecho.

Me puse la ropa interior y fui al vestidor, allí me puse unos vaqueros con una camisa negra y mis Vans favoritas. Cogí uno de los bolsos que mas me pegaba y metí todo lo que necesitaba.

Avisé a Taylor de que me iba y la dejé descansando.

Escuché la bocina de un coche tocar dos veces, miré por la ventana de mi habitación y en efecto, era él.

Os estaréis preguntando como sabe mi dirección, antes de ducharme se la mandé por WhatsApp.

Bajé rápido por las escaleras, casi me caigo, debido a la velocidad que iba. Abrí la puerta y me monté en su coche, tenia coche porque él tenia 16 años, era más mayor que yo.

- ¿A dónde vamos? - le pregunté curiosa.

- ¡Sorpresa...! - me respondió con una sonrisa.

------------------------------------------------------

Paramos el coche en un puerto, yo no sabia porque estábamos aquí.

Me cogió de la mano y me llevó hasta un barco para los dos solos.

- Iremos hasta la Estatua de la Libertad - me dijo él.

Ya en el barco había una mesa redonda para los dos, con un jarrón que tenía dentro una rosa para mi. Nos sentamos y nos fueron sirviendo.

De primero nos pusieron una sopa de marisco, de segundo dorada con patatas y de postre un buen helado, para refrescarnos del calor que hacia allí.

- ¿Te ha gustado la comida? - me preguntó

- Sí, estaba todo muy bueno - respondí

- A mi también, pero aquí no hemos venido a hablar de la comida, si no, de nosotros.

- Ya, ya, lo sé - dije un poco preocupada.

- Mira Emily, te voy a decir la verdad, es que en tan poco tiempo, no me he sentido así con ninguna otra chica, como contigo.

- Yo tambien siento eso, pero creo que es demasiado pronto para sentir cosas así hacia una persona.

- Ya, si yo pienso lo mismo, pero contigo es diferente - me dijo Dylan.

De alguna forma se quería declarar indirectamente. A mi él me gustaba bastante, pero es demasiado pronto para decir que me he enamorado, aunque todo se puede intentar.

- A ver, te quiero y me gustaría intentar algo contigo. Ese beso de ayer ha significado mucho para mi - me dijo Dylan, súper sincero.

- Yo también Dylan, podríamos intentarlo. - dije yo.

- ¿Entonces, significa" eso que ya somos novios? - me preguntó

- Se puede decir que si. - dije un poco enrojecida.

Sus ojos azules tenían un brillo que nunca se lo había visto, era precioso, como solo con su mirada podía transmitirme todo lo que siente en este momento.

Terminamos de comer y nos fuimos a un patio del barco, corría un poquito de brisa, pero se estaba bien.

Estaba en la barandilla del barco, viendo las impresionantes vistas y como los peces se alejaban del barco en cuanto avanzábamos.

Dylan vino por detrás de mi, me agarró por la cintura y me susurro al oído - Te quiero.

En ese momento me entro un escalofrío, que se me puso la piel de gallina.

- Y yo - le respondí dulcemente, mientras que me daba un beso en la frente.

Después de estar en la Estatua de la Libertad, volvimos a casa. Me despedí de él y entré en casa, me di cuenta de que Taylor ya no estaba.

Estaba súper cansada, asique me di una ducha y me fui a la cama.

El CambiazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora