Ya eran las 14:00 y tenía que irme a casa para descansar antes de que viniese Taylor y su madre para llevarme la estación de autobuses para ir al campamento.
El rato que había pasado con Dylan me encantó, ademas el paisaje, el momento y la compañía era perfecto para la ocasión.
Echaré mucho de menos a Dylan, pero hablaría con él todos los días.
Fui a casa a relajarme un poco en mi habitación, mientras escuchaba música y pensaba en lo bien que me lo pasaría y así reponer fuerzas para el largo viaje que me esperaba.
Después de un buen rato de relajación, me vino a la mente la preocupación de que mi madre no iba a estar hoy conmigo y me puse un poco triste.
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Busqué el nombre de Taylor en la agenda de mi teléfono y le di a la tecla de "llamar".
Por fin al quinto toque me cogió el teléfono.
-Eyy...soy Emily -le dije.
-Ahh! Hola Emily, ¿dime? -me contestó taylor.
-Te llamo para saber que tal llevas la maleta -le pregunté curiosa.
-Ya casi la estoy terminando, pero tengo que comprar unas cosas que me hacen falta.
-Igual que a mi ¿Quieres que vayamos a comer unas hamburguesas y de paso compramos las cosas? -le pregunté.
-Me parece bien! Allí nos vemos -me dijo risueña.
Cogí la llave de la mesa de la entrada y me aseguré de que lo llevaba todo. Salí y fui en dirección a la parada de autobús que había en mi urbanización, que por suerte estaba cerca de mi casa, porque con el calor que hace...
Le di mi bonobús al confuctor, y me senté en el único sitio que quedaba, al lado había un chico con el pelo largo y rizado con los cascos escuchando música que no paraba de mirarme y eso me intimidaba.
Llegué a la parada de autobús del centro comercial y allí vi a Taylor esperándome.
Nos saludamos y nos dirigimos a la entrada, al entrar miramos el mapa que había a la derecha y buscamos una hamburgueseria.
Teníamos decidido que antes de comprar algo, comeríamos antes.
Terminamos de comer y fuimos a una tienda de cosmética que había en frente de la hamburguesería y entramos en ella, Taylor quería comprarse unos polvos y un lápiz de ojo.
Luego nos dirigimos a una tienda enorme llenas de bikinis de todos los colores y estilos, entramos allí, ya que me hacía falta comprarme algunos.
Miramos el reloj y era tardísimo debíamos de irnos, ya solo nos quedaba una hora para irnos.
Adentré la mano en el bolso y cogí el movil y busqué en internet los horarios del próximo autobús que nos llevaba a casa.
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Cuando llegué a casa terminé de hacer la maleta (mas bien terminé de revisarla).
Era ya casi la hora cuando de repente escuché la voz de mi madre
-Emily cariño
-Hola mamá ¿Qué haces aquí?
-¡Sorpresa! He encontrado un hueco libre para irme a despedir de ti.
-¡Que bien! -la verdad es que me alegre mucho, sentía como un vacío dentro de mi, si mi madre no viniese.
-Pues venga que ya es la hora - me dijo mientras miraba el reloj de su muñeca.
Subí de nuevo a arriba y cogí la maleta, me ayudó mi madre ¡pesaba un montón! montamos la maleta en el maletero del coche de mi madre y nos dirigimos hacia la parada.
Allí estaba Taylor con su madre nos reunimos con ellas y estuvimos hablando hasta que llegó el autobus, ya era la hora, me daba pena irme y no ver en 2 semanas ni a mi madre y ni a Dylan, y temía que les pasara algo.
Tengo que dejar de pensar en negativo cogí mi maleta y la metí en el cajón que hay en los autobuses.
Le di un gran abrazo a mi madre y me subí al autobus, allí me senté de pareja con Taylor, saqué mi movil con los cascos, me los puse y subí el volumen, me puse a mirar por la ventanilla mientras me venían recuerdos a la mente, de Dylan y de nuestras citas.
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Luroes, XOXO!!
