Un príncipe enamorado. sesshomaru y rin

Capítulo 3: Buscando a Rin

Sesshoumaru estaba de regreso y Folken, el encargado del castillo, se encontraba junto a él. Esperando por la reacción de su amo por la ausencia de Rin. El príncipe se había enfurecido cuando le dijeron que Rin seguía en la aldea, vociferar no era sino una manera de disimular la desolación y enojo que le causaba saber que ella estaba lejos.

De pie frente a la puerta del cuarto, se sentía extraño, un escalofrío le había bajado por la espalda al ver el florero vacío, prueba innegable de la ausencia de Rin. Después de varios minutos de silencio finalmente las palabras parecían emerger de sus labios.

"Una semana fuera, pero dices que todavía esta con mi hermano y su familia!"

"Así es amo!" – El tono despreocupado y la aparente falta de seriedad del viejo youkai encolerizaron a Sesshoumaru que entrecerraba los ojos en contra del inocente e irrespetuoso sirviente.

"Y sabes esto porque enviaste a alguien a buscarla después de 3 días?"

"Así es, solo quise asegurarme que mi niña estaba bien!"

"Si estabas tan preocupado porque demonios no la trajiste de vuelta? EXPLICATE!"

"No importa si esta lejos que esté bien es lo único importante!"

Había una familiaridad y cariño latentes en la forma que Folken se expresaba de ella que calmaron a Sesshoumaru, sabía de sobra que el robusto y enorme youkai era como un padre para Rin y no tenía deseos de entrar en una discusión que estaba seguro su mayordomo ganaría con palabras escurridizas. Pidió hablar con quien había ido a verla y observo mientras Folken desaparecía detrás de un recodo del pasillo.

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Sesshoumaru estaba en un gran salón, sentado con la espalda contra la pared, imágenes de batallas olvidadas adornaban las paredes del enorme recinto dándole un aire majestuoso. Un joven youkai se encontraba frente al príncipe que lo miraba fijamente.

"Cómo está?"

"Muy bien cuidada por su hermano"

"Alguien te vió?"

"Su hermano, pero no hizo nada."

"Probablemente porque no representas ninguna amenaza. Jaken?"

"A su lado todo el tiempo!"

Sesshoumaru hizo una pausa antes de continuar, ordenando sus ideas. El youkai empezó a revolverse inquieto bajo la mirada escudriñadora del príncipe.

"Quiero saber exactamente que hace ella allá?"

"Claro Amo, Rin ayuda a la miko con sus hierbas, pasean juntas; pero la mayoría del tiempo se la dedica a los cachorros. Ellos siempre están cerca. Rin está feliz y sonriente"

"Sooka puedes retirarte, Folken tu quédate!"

Sesshoumaru esperó a que los dejaran solos, había notado cierta emoción en la voz de youkai al decir que Rin sonreía y eso lo molestaba, era como si la sonrisa de su protegida fuera algo del pasado. Cerró los ojos perdiéndose en aquellas palabras mientras miraba fuera de la ventana sin decir nada. Al ver el repentino silencio de su señor Folken se dirigió a él con un tono pausado.

"Príncipe está usted bien?"

"Porque es tan extraño que ella sonría?"

"...mmm...la princesa ha estado muy callada últimamente"

"Callada?"

"Ella está triste"

"Triste? Desde hace cuanto?"

"Meses... desde que usted comenzó su búsqueda!"

Los ojos ámbar se abrieron con una expresión de sorpresa cuando habló su voz sonaba mas fría y seca que de costumbre.

"Estás seguro?"

"Completamente, cuando usted no está, se pasa horas en su dormitorio y casi no come"

"QUE DIJISTE?"

"Por favor no es necesario que grite no estoy sordo, no podemos obligarla a comer. La niña está consumida en sus pensamientos. Cuando come lo hace para complacer los deseos de un viejo preocupado!"

"Con que si! Iré por ella ya que no te tomaste la molestia de hacerlo y ya puedes borrar esa estúpida expresión de triunfo de tu rostro, me enfermas!"

"mmm!" - Folken sonreía entre dientes mientras cerraba la puerta dejando a su amo a solas.

Sesshoumaru estaba confundido porque parecía que todos a su alrededor parecían conocer a Rin, todos excepto él. Como no se había dado cuenta de sus meses de silencio e inapetencia. Desechó la idea que el comportamiento de su protegida fuera a causa suya, eso simplemente no era concebible. En silencio se puso de pie tratando de adivinar porque Rin estaba deprimida. Lo que más le molestaba era el hecho que buscara consuelo con su hermano haciéndolo sentir completamente inútil.

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