Capitulo 22 Que esperas Mounstro?

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Inuyasha y Kagome disfrutaban de un almuerzo al aire libre tratando de aliviar la preocupación por su amiga. Inuyasha abrazaba a Kagome por la espalda recostado en uno de los árboles del patio del castillo. En esa posición, oliendo el dulce perfume del cabello de su esposa, Inuyasha podía imaginar que Rin solo estaba durmiendo.

Kagome podía sentirse optimista en brazos de su hanyou, después de todo Sesshoumaru había ayudado a Rin y eso era un avance, pero lo que la sacerdotisa realmente quería saber era si finalmente el youkai correspondía el amor de Rin.

Se acomodó en el pecho de Inuyasha y cerró los ojos para disfrutar de la suave brisa y el olor a flores frescas en el aire.

...

Sukime peinaba y aseaba a la princesa mientras tatareaba la canción de cuna que durante tantos años la había cantado siendo una niña. Sukime era su nana, su consejera y su los últimos meses su confidente, la youkai conocía el sufrimiento de Rin por el amor no correspondido de su amo y aunque era triste y desolador que no despertara, tenerla en el castillo era una alegría.

No se molestó en voltear al oír que alguien entraba, supuso que era Moru o Folken que traía más agua.

"Moru deja el agua aquí por favor!"

Al no recibir respuesta la youkai miró a su alrededor y se extrañó al ver al muchacho en la puerta con el agua, podía jurar que había escuchado a alguien.

"Acabas de llegar muchacho?"

"Hai...porque?"

"Que raro!"

"Que?"

"Nada pensé que había alguien...!"

Moru iba a salir del cuarto pero se detuvo al ver que Sesshoumaru se aproximaba con la vista fija en Rin, cuando Sukime lo vio comprendió que era él a quien había escuchado, distraída en su tarea lo saludo efusivamente sin notar la extraña mirada.

"Amo como está?"

"Está despierta?"

"No solo la estoy aseando para cuando lo haga!"

"Claro...Moru saca a Sukime de aquí!"

El muchacho dudó un momento porque no entendía que pretendía su Amo, al escucharlo Sukime se quedó se inmóvil, de pronto sintió miedo y se asustó aún más al sentir que Rin estrechaba tímidamente su mano. Al principio la voz de Rin fue un murmullo, tomando fuerza con cada palabra.

"Sukime-sama hazle caso a tu Amo vete ya!"

"Rin estas despierta que maravilla!"

"No seas terca nana, no tengo mucho tiempo...!"

Sukime enmudeció al escuchar el tono brusco en la voz de Rin y se separó de ella un poco al verla sentada sobre el futón con la cabeza baja y haciendo ruidos con la boca, que más bien parecían gruñidos. Rin movía las manos probando cuanta de su fuerza había recuperado, no era mucha pero si suficiente para levantarse con la ayuda de su espada, que reposaba junto al futón.

Moru reaccionó el instante que vio el resplandor púrpura formarse en torno a Rin, la princesa sentía pulsaciones en todo el cuerpo y la herida de su hombro no tardó en comenzar a sangrar.

Como pudo Rin sujetó la empuñadura de su espada con Sukime frente a ella, que se negaba a levantarse al verla en aquel estado y con las almas de Sokoe resplandeciendo a su alrededor.

"Rin...!"

"Sukime apártate debo levantarme!"

A regañadientes la youkai se incorporó ayudada por Moru, podía ver la mano de Rin como si luchara por controlarse, al notar que tenía los ojos como dos lagunas de sangre, la mujer comprendió que Rin luchaba por el control de su cuerpo.

Un príncipe enamorado. sesshomaru y rinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora