Capítulo 23 De demonios y mujeres humanas...

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Okey estuve pensando y pues yo no voy a dejar que la damita rin se humille ppr un bobo que la dejo por otra y casi la mata asi que cabezota la va a aconquistar espero que le guste

Parte 1: Conquistar es trabajo de hombres!
...
Cuando Sukime entró al cuarto vio a Sesshoumaru sentado de espaldas a la pared como descansando.

"Buenos días Amo, voy a cambiarle las vendas"

"..."

Sesshoumaru hizo caso omiso de la insistencia y desconcierto de la youkai al ver que no se movía de su lugar. Con cuidado Sukime descubrió la herida dejando el pecho desnudo al descubierto. Sesshoumaru permaneció inmóvil, observaba a Rin con los ojos entrecerrados, acechándola como a una presa.

La piel alrededor de la herida era de color púrpura con toques de amarillo por lo golpeado y maltratado que estaba. En contraste con aquel arco iris de dolor la piel que cubría sus senos y el resto de su torso se veía cremosa, impecable y tentadoramente acariciable. Era una mezcla de belleza y dolor insinuante y provocadora que despertaba los instintos más salvajes y animales que Sesshoumaru tenía.

Cuando Sukime terminó miró rápidamente a su Amo, tenía los ojos cerrados, recogió las vendas sucias y recibió los alimentos que Moru traía. Era un recipiente pequeño con una pasta suave de color blanco. Tan pronto la youkai tomó el plato Moru se arrodilló a la cabeza de Rin dispuesto a levantarla para que Sukime la alimentara.

Estaba a punto de deslizar los brazos bajo el cuerpo de su amiga cuando un gruñido grave y violento lo detuvo en seco, era Sesshoumaru. Moru dudó en segundo para luego calmar su instinto de responder a la amenaza; como youkai que era sabía que ese gruñido era una advertencia, una reacción normal de un macho protegiendo a su hembra de manos ajenas.

Se retiró lentamente, no iba a detener a un demonio que defiende a su pareja mucho menos cuando se trataba de su Amo. Sukime los observaba casi sin respirar y después reparó en la expresión de Moru que sonreía disimuladamente aprovechando que el príncipe no lo miraba a él sino a Rin.

Sesshoumaru continuó dos segundos más sin hablar para después moverse hasta estar frente a Moru gruñendo entre dientes.

"Yo lo haré!"

"..."

"Entendiste?"

"S-si claro Amo, la princesa está a su cargo, solo Sukime-sama la puede tocar, yo traeré agua, vendas y la comida para luego desaparecer de su vista..."

"Grrr! Y bien que rayos estás esperando?"

"Ah si claro Amo ya me esfumé!"

El príncipe lo siguió con la mirada y una vez que salió se concentró en Rin. Con delicadeza la sentó en su regazo, asegurándose que su brazo soportara todo el peso de su pequeña, le acomodó los cabellos fuera del rostro y miró a Sukime que no había dejado de verlo con la boca abierta y sosteniendo el plato con ambas manos.

"Que?"

"N-nada Amo...no lo va a matar o si?"

"...no!"

Aliviada y sonriente la youkai tomó un poco de la pasta con los dedos y la puso en la boca de Rin que con ternura Sesshoumaru sostenía abierta. Con cuidado el príncipe masajeó su cuello para que la comida bajara y luego le dio a probar agua inclinando su cabeza un poco para que no se derramara en sus labios.

"Amo pero ella está inconsciente!"

"Y? Igual tiene que comer para que cuando despierte tenga fuerzas!"

"Podrá quedarse con nosotros para siempre?"

"Esa es la idea!"

Al ver que la mujer enmudecía y se le aguaban los ojos, Sesshoumaru torció los ojos exasperado.

Un príncipe enamorado. sesshomaru y rinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora