- Jaehwannie... Lo siento, yo... - Hyuk toca el hombro del nombrado, que se intenta limpiar las lágrimas. Ante el tacto, Jaehwan se estremece e intenta apartar su mano lentamente.
-No pasa nada, Hyukkie, lo entiendo. -Una sonrisa aparece en el triste rostro de Jaehwan, una sonrisa tan triste como su voz sonaba. - Bueno, tengo que irme... Iré a dar un paseo y luego a casa, no os preocupéis.
-Jaehwan, esper-
-¡Hyukkie, ya se encargó la policía de el señor ese...! Oh, Jaehwan, ¿ya te vas?
-Si, Hongbin. Has ganado. - Tras decir eso, Jaehwan sale de la casa, dejando a un confundido Hongbin.
Hyuk abraza a Hongbin, queriendo buscar en él confort; yo aprieto la mano de Hakyeon, mis labios encogidos en un suave puchero.
-Wonsikkie, no te preocupes, estará bien... - Hakyeon trata de reconfortarme con dulces palabras, pero no puedo evitar sentirme mal por Jaehwan, sentir tristeza por sus sentimientos no correspondidos, sabiendo lo bien que se siente cuando son correspondidos.
Abrazo a Hakyeon, ocultando mi cabeza entre su cuello, soltando un largo suspiro al relajarme entre sus brazos.
-¿Entonces ya sois novios?
-Si, somos novios. -Miro desde mi escondite como la comisura de los labios de Hakyeon se levanta, creando una media sonrisa, pero al besar su cuello esta desaparece para dejar paso a un claro sonrojo. - Sikkie... No hagas eso, me avergüenzas...
-Me gusta ver tus sonrojos.
Entonces, silencio. Hakyeon me aparta de mi cuerpo y me mira con los ojos desorbitados, como si hubiese visto un fantasma.
-¿Ver... mi sonrojos?
