37

1.5K 183 253
                                    

narrador omnisciente.

— ¡Oh vamos Jack, es sólo un amigo! — Exclamó Finn, mirando al pequeño que estaba delante suya.

— ¿Un amigo? ¡No soy idiota! — Siguió Jack, bufando y gritando al igual que Finn.

— ¡Un celoso, eso es lo qué eres! — Gritó Finn y Jack aún continuaba conteniendo las profundas ganas de llorar que este tenía ante las palabras de su novio.

—¿Celoso por tener miedo de perderte? — Murmuró el pequeño, preguntando, y Finn notó las ganas que Jack tenía de llorar pero estaba demasiado enfadado con él como para intentar calmarlo.

— No seas dramático, por dios. — Finn chistó la lengua y Jack notó sus marrones ojos aguarse.

— ¡No soy dramático! — Jack rompió en llanto, por la impotencia pero Finn no quería tener compasión con él.

— Vete, ahora. — Finn abrió la puerta y Jack salió por esta, cabizbajo.

Habían tenido la pelea más grande de toda su relación.

Finn, al ver a Jack salir por la puerta rompió a llorar, arrepentido.

Jack caminaba solo por la fría noche que caía aquel día, dejando que las lágrimas bajasen por su nariz y mofletes, que ahora se encontraban rojos a causa del llanto.

Finn quiso correr detrás de Jack en el mismo momento que este salió por la puerta, pero, otra vez más, el orgullo tomó la decisión por él.

El pequeño de la pareja aún andaba tembloroso, con los gritos de Finn aún retumbando en su cabeza.

La pelea fue causada porque Finn había invitado a un viejo amigo de la escuela a pasar el día con él en su casa con Jack, pero claro, el pequeño al ver al chico ese besar las mejillas de su novio y abrazarle a cada rato se ponía más que celoso.

Confiaba en Finn, pero no confiaba en la gente, sabía que más de una persona intentaría separarles.

Ahora, Jack se encontraba a punto de cruzar el paso de peatones, para cruzar a la cera de enfrente, pero al ser de noche y tener los ojos llenos de lágrimas su visión no era muy buena, y si un coche que venía desde la otra punta a toda velocidad no era muy buena mezcla, y pasó lo que tenía que pasar.

El coche no frenó, y pasó por encima al delicado y pequeño cuerpo de Jack, que ahora estaba en el frío suelo de la carretera, buscando los brazos de Finn para que le ayudase, pero poco a poco ese deseo se fue yendo, pues se quedó inconsciente.

Eran las cuatro y media de la mañana, y Finn no podía dormir, no sabía donde estaba Jack, se había dejado el móvil y todo, así que no podía haber ido muy lejos.

Finn miraba una foto de ellos dos abrazados que había encima de una mesita, mientras sonreía como un idiota.

Demonios, Finn estaba muy arrepentido de todo lo que le había hecho a su pequeño.

El móvil del mayor sonó, y este corrió como un loco a por él, sin esperar quien habría en la otra línea.

— ¿H-Hola? — Habló Finn con algo de miedo en su voz.

— ¿Es usted Finn Wolfhard? — Contestó la voz del otro lado de la línea.

— Si. — Respondió Finn secamente.

— Su pareja Jack Dylan Grazer ha sufrido un accidente de tráfico, aún está con vida, pero necesitamos que haya algún familiar o algo así aquí con él, está aún en un estado crítico. — El médico dijo y el corazón de Finn se encogió.

Rápidamente colgó, cogiendo las llaves y el móvil para correr hacia el hospital.

Finn decía que cualquiera que dañase a una persona tan buena como Jack recibiría un puñetazo de su parte, pero ahora la culpa era suya.

Cuando llegó se paró delante de la mujer que ocupaba el lugar de la recepción.

— ¿J-Jack Dylan Grazer? — Habló Finn, sofocado por la carrera que se dio desde su casa hasta el lugar donde se encontraba.

— ¿Perdón? — Preguntó la mujer.

— El paciente Jack Dylan Grazer, ¿me podría dar su habitación? Por favor. — Habló Finn de nuevo y la mujer entendió.

— Número 131. — Respondió la mujer y Finn corrió hasta la habitación de su novio.

Cuando entró notó el alma partirse por momentos.

Un tubo atravesaba la pequeña nariz de Jack, que a Finn le gustaba besar a veces antes de quedarse dormido.

Tenía arañazos por la mayoría de su rostro, o al menos las partes que eran visibles.

Finn caminó entre lágrimas y agarró su mano con cuidado.

— Hola cielo... — Susurró Finn, obviamente no oyó nada de respuesta.

— Tu eres fuerte, vas a estar bien... — Siguió Finn y besó su frente.

Finn apoyó su cabeza en el pecho de Jack, dejando caer más lágrimas.

Jack, en ese mismo momento despertó, mirando los rulos de Finn en su estómago.

— ¿Bubba? — Habló la delicada voz de Jack, casi en un suspiro.

— Jack... — Finn escondió su rostro en el cuello de su novio.

— Perdón por ponerme celoso. — Dijo Jack, queriendo acariciar el pelo de Finn, pero le costaba mover su cuerpo.

— No, no digas eso, por favor, te he tratado horrible cuando tu solo querías que no te dejase. — Finn acarició la mejilla de Jack, notando como la respiración de este se calmaba.

— Finn. — Habló Jack.

— No puedo moverme... — Jack dijo rompiendo entre lágrimas.

El pequeño, a causa del gran golpe del coche perdió la movilidad en sus articulaciones.

Lo que hizo que su vida ahora dependiese de Finn más que nunca.

N/A: Al principio iba a ser sad, luego happy, luego sad y ahora no sé que coño he hecho JAJAJAJAJAJJAAJ. Los amo a todos aunque no lo parezca ❤️

Se que a algunos no les deja votar y eso no me gusta, pero quiero que disfruten el capítulo, no me importan los votos. <3

two ghosts ; fack one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora