Mateo fue recibido en el aeropuerto por su primo y también mejor amigo, Pablo Martínez, que era el único que sabía de su regreso. Ambos se dieron un gran abrazo, ya que aunque mantenían contacto vía mail, no se veían desde los siete años cuando Matt y su familia abandonaron Argentina.
-Al fin hermano, pensé que ya no volvería a verte la cara, te juro que si no te subías a un avión pronto iba a ir yo mismo a buscarte.- fue lo primero que Pablo dijo al soltarse del abrazo.
-Campeón, es terrible como pasó el tiempo, no fue apropósito, créeme. Pero no hablemos del pasado, que ya estoy acá. ¿Cambiaron mucho las cosas?- le respondió entre triste y animado su primo.
-Todo cambió, no sabes!!! Pero ya vamos a tener tiempo de ponernos al día. ¿Cuánto pensás quedarte?- preguntó Pablo.
-emm emm, ¿no me pensás presentar Mateo?- se metió Anna, con un perfecto español, ya que concurría desde niña a un colegio bilingüe, en el que tenían el español como segunda lengua.
-Perdón amor, Pablo ella es mi novia Anna. Anna él es Pablo mi primo y uno de mis mejores amigos desde que nacimos.- se apresuró a responder Mateo.
-Un gusto.-respondió medio seco Pablo que sin dudas no se esperaba que su primo viajara con su novia, había hecho muchos planes con sus amigos para llevarlo a los mejores boliches, los bares más populares y todo lo que incluya joda y una novia se interponía entre ellos.
-Igual-dijo la chica, con un notable desinterés en caer bien. Digamos que justamente Anna no era de esas chicas agradables y simpáticas, era hija única, caprichosa y consentida, por lo que creía poder llevarse el mundo por delante. Aun así era muy linda físicamente y no era tan amargada con la gente que le caía bien.- ¿Nos vamos a quedar a vivir en el aeropuerto?-Preguntó.
-No vamos, estuve acomodando mi departamento para que te quedes, se queden, no quería que vayan a un hotel-dijo un más amable Pablo, pero mirando a su primo solamente mientras respondía.
-Genial- respondió Matt. Y juntos buscaron el equipaje y se encaminaron a la casa de Pablo, donde los aguardaban sus amigos, listos para la joda de esta noche, desconociendo el detalle de la novia.
Los primos fueron todo el camino poniéndose al día, Pablo iba contándole sobre sus amigos y amigas, los mismos de toda la vida, y sobre algunos de los planes que ya tenían para hacer, ya que Anna iba muy concentrada hablando por celular con su hermana que vivía en Argentina hace dos años, y no los escuchaba. Pablo aprovechó esto para contarle a su primo que esta noche irían al bar de los papás de una amiga, que todos los viernes se juntaban allí porque era uno de los mejores de la zona y se llenaba de gente y chicas lindas. Matt sólo lo escuchaba atento y reía ante las ocurrencias de su primo.
-Chicos, creo que yo prefiero quedarme con mi hermana mientras estemos acá- interrumpió Anna la conversación de los primos- No sé, amor si no te jode tengo muchas ganas de pasar tiempo con ella y además creo que ustedes necesitan estar juntos sin que yo esté en el medio, hagan sus planes y nos encontramos cuando los dos podamos, ¿te parece?- Pablo por dentro pensó que era la mejor idea que podía haber tenido aquella molestia que había llegado con su primo, y Matt se quedó callado por unos minutos estudiando la situación, no sabía porque, pero le alegraba esta idea de su novia.
-Dale amor, supongo que vas a estar más cómoda con tu hermana, que rodeada de hombres. Me parece bien. Decile la dirección a Poli así te dejamos de pasada.- terminó respondiendo. Y su novia asintió y les pasó la dirección, justo les quedaba de pasada antes de llegar a lo de Pablo.
Una vez que dejaron a Anna y descargaron todo su equipaje, que a juzgar por la cantidad parecía que se venía a vivir al país, los primos retomaron su camino. Y unos pocos minutos después llegaron al departamento, donde los demás amigos ya tenían preparada la cena y estaban ultimando los detalles para la noche.
ESTÁS LEYENDO
AMOR ETERNO
Storie d'amorePodrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu...